Absolvieron a un policía acusado de matar a un menor durante un asalto en La Plata

Los familiares, allegados y organizaciones de derechos humanos que colmaban un lado de la sala de audiencias estallaron de furia, comenzaron a insultar al acusado, a sus defensores y a los jueces. Luego lanzaron graves acusaciones contra el sistema, “cómplice del estado que protege homicidas”, dijeron a los gritos. Momentos antes, la secretaria del Tribunal había dado a conocer la parte resolutiva del fallo del juicio oral que ventiló la muerte de un menor de 17 años, llamado Omar Cigarán, el 15 de febrero de 2013 en las calles 43 y 115, a causa de un balazo policial: “Por mayoría se absuelve de culpa y cargo al imputado, Diego Alberto Flores (38), quien por entonces cumplía funciones en Quilmes”.

La protesta siguió fuera de la sede judicial de 8 y 56, donde unas cincuenta personas quemaron cubiertas y taparon las salidas del estacionamiento de los magistrados.

En el fallo, con voto del juez del Tribunal Oral en lo Criminal IV de La Plata, Emir Caputo Tártara, que contó con la adhesión de su colega Juan Carlos Bruni (h), se dio por probado que “aproximadamente a las 14, del 15 de febrero de 2013, en circunstancias en que Leandro Martín Junquera circulaba a bordo de una moto Yamaha por diagonal 115, y hallándose detenido a la espera de la habilitación para avanzar del semáforo ubicado en 43 y 122 de La Plata, se le aproximan dos jóvenes; uno de ellos, con un brazo lo toma del cuello y con el otro, le apoya en la garganta un revólver, exigiéndole la entrega del vehículo bajo amenaza de darle muerte, ante lo cual la víctima desciende con sus manos en alto”.

“En simultáneo -agregó- advertido el accionar del agresor por un policía uniformado que iba por el lugar en su auto Ford Galaxi, encontrándose al momento a escasa distancia del motociclista asaltado, (también a la espera de la habilitación del semáforo para continuar la marcha), desenfunda y carga su arma reglamentaria (Bersa Thunder calibre 9 milímetros) y apunta al asaltante con la misma empuñada con su mano derecha, sacando -además- parte de su brazo por la ventanilla del conductor, dándole -en el mismo acto- la voz de `alto policía´”.

También precisó que “advertido de esta circunstancia el joven que robaba la motocicleta, se despoja de la misma arrojándola hacia el auto del policía y apunta con su arma de fuego desde muy cerca al oficial, quien -amenazado cuanto menos en su integridad física- efectúa un disparo con su pistola, el que impacta en el tórax del agresor”.

El juez del primer voto señaló que “de inmediato el joven agresor se aleja corriendo hacia la avenida 122, y luego de recorrer un trayecto de más de cincuenta metros, cae al piso a consecuencia de la herida, la que luego ocasionó su muerte a raíz de un `shock hipovolémico secundario a lesión visceral por pasaje de proyectil de arma de fuego´, según informe de autopsia agregado en la causa”.

EL PRINCIPAL FUNDAMENTO

Los jueces Caputo Tártara y Bruni entendieron, en base a toda la prueba de la causa y la escuchada en el debate oral que el policía Flores actuó en legítima defensa, y por ello se dispuso la absolución.

Por su parte, el juez Germán Alegre dio por probado que ese día, “en circunstancias en que Junquera circulaba en su moto por diagonal 115, y hallándose detenido a la espera de la habilitación para avanzar del semáforo ubicado en 43 y avenida 122, se le aproximan dos jóvenes; uno de ellos menor de edad que con un brazo lo toma del cuello y con el otro, le apoya un arma de fuego que blandía en su mano, exigiéndole la entrega del vehículo bajo amenaza de darle muerte, ante lo cual la víctima desciende de la moto con sus manos en alto. Que seguido a ello y en momentos en que el menor se aprestaba a abordar la motocicleta para alejarse del lugar, un funcionario policial que ocasionalmente se encontraba en el lugar dio la voz de “alto policía´ al menor efectuándole de seguido un disparo con su arma reglamentaria que le produjo la muerte”.

El doctor Alegre entendió que no pudo acreditarse en el juicio que el policía haya actuado en legítima defensa, en cumplimiento del deber, en defensa propia y de terceros, como lo consideraron sus colegas, y votó en disidencia.

Por lo tanto, por mayoría se resolvió la absolución del imputado.

Por su parte, la abogada de la familia Cigarán, María del Carmen Verdú, señaló al final del juicio que “Flores extrajo su arma, apuntó y disparó contra Omar, cosa que el imputado reconoció y tuvo la intención de matar. Hasta la elevación a juicio, nadie había afirmado haber visto un arma en manos del joven, hasta que dos testigos -cuatro años después y- recordaron haberlo observado pero se contradijeron”.

Cabe señalar que esta causa llegó a juicio sin el impulso de la fiscalía, que desistió de elevarla a audiencia oral, aunque sí lo hizo la familia de la víctima, en el rol de particular damnificado, que durante este debate había acusado y pedido prisión para el imputado por homicidio agravado. Ahora, adelantó ayer, recurrirá el fallo al tribunal de Casación.