Murió la última persona nacida en el siglo XIX

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Emma Morano, la mujer más anciana del mundo, falleció ayer a los 117 años. Vivía en Verbania, en la provincia italiana de Piamonte, donde trabajó durante años en una fábrica textil. Hasta los 115, hace dos años, vivía sola.

Emma Morano fue la ultima persona nacida en el siglo XIX, particulamente en 1899. Su vida atravesó tres siglos.

Era la mayor de ocho hermanos y había estado casada con un marido abusador, del que se separó en 1938. Su único hijo murió seis meses después de su nacimiento.

En mayo del año pasado, con 116 años y 118 días, se convirtió en la mujer más anciana del planeta -según el Grupo de Investigación Gerontológica de EE UU- y es considerada como la quinta persona que ha llegado a esta marca en la historia. Esto la convirtió en centro de estudios científicos, entre ellos de la universidad de Harvard, que analiza su ADN.

Llevaba unos 20 años sin salir de su casa -un piso alto sin ascensor ni cuarto de baño- y parte de su rutina consistía en recibir a periodistas y científicos que estudian los secretos de su longevidad y que querían encontrar pistas en su estilo de vida, su historia y sus vivencias. Ella repetía que, desde que en su juventud le diagnosticaron anemia, comía tres yemas de huevo al día, algo de carne, un poco de fruta y, en ocasiones, una copita de grapa. Añadía que la soltería era otro “secreto” para vivir tanto.

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