¿Por qué las personas son diestras o zurdas?: la clave se encuentra en el cerebro
Edición Impresa | 16 de Abril de 2017 | 07:13

Si bien en los países occidentales a los niños ya no se les “corrige” la zurdera, quienes usan su mano izquierda han de adaptarse a un mundo diseñado para diestros. Así, utilizar objetos cotidianos como las tijeras, los cuadernos de anillos, el mouse de la computadora o la palanca de cambios del automóvil les suponen ciertos problemas.
Pese a todo, a los zurdos no les ha ido nada mal, pues personajes como Lionel Messi, Barack Obama, Bill Gates, Bruce Willis o Julia Roberts, entre muchos otros, lo son. Personajes históricos que lo fueron también son innumerables, pero Marilyn Monroe, Charlie Chaplin, Julio César o Napoleón Bonaparte, son un buen botón de muestra.
Mención aparte merece el tenista Rafael Nadal que, aunque es diestro para todo lo demás, utiliza la raqueta con la mano izquierda.
En este sentido, el Prof.. José Ramón Alonso, que también es autor del blog “Neurociencia en español” aclara que, además de diestros y zurdos, “hay personas ambidiestras, que usan igualmente ambas manos, y de preferencia mixta, que son los que para una tarea, por ejemplo escribir, prefieren una mano y para otras cosas prefieren la otra”.
El especialista explica que somos mayoritariamente diestros desde hace muchos milenios.
Pero, ¿qué determina que seamos diestros o zurdos? El profesor Alonso subraya: “curiosamente somos diestros porque nuestro cerebro es zurdo”.
El neurocientífico explica que hay un hemisferio cerebral dominante y, en la mayoría de las personas, es el izquierdo. “Por decirlo de una manera sencilla, la parte izquierda del cerebro controla la parte derecha del cuerpo. La idea más aceptada sobre el origen de la zurdera es que se basa en un vínculo con el procesamiento del lenguaje. El uso de la mano y la producción del habla son dos actividades que requieren un control muscular fino y preciso y una alta actividad cerebral con un fuerte consumo energético. Una posibilidad es que fuese más eficaz, evolutivamente, concentrar ambas funciones en el mismo hemisferio que tenerlas dispersas por toda la corteza cerebral”, señala.
“Dado que la mayoría de la gente tiene las funciones del lenguaje localizadas en el hemisferio izquierdo, la mayoría de los centros que gobiernan la motilidad fina de la mano se localizarían en el mismo hemisferio, lo que implica que la mayoría de la gente sea diestra”, añadió.
Sin embargo, Alonso precisa que lo contrario no se cumple: “Los zurdos tienen una organización cortical mucho más heterogénea, donde el área de procesamiento de las palabras puede estar en el lado izquierdo, en el derecho o en ambos”.
El científico explica que “tanto la asimetría cerebral como la preferencia de mano, son tendencias heredables y se supone que hay al menos cuarenta genes que influyen en que seamos diestros o zurdos”.
“El grupo de William Brandler de la Universidad de Oxford ha estudiado estos genes implicados en la preferencia de mano y uno de ellos, el llamado PCSK6, es el que mostraba una correlación más clara. Este gen tiene un papel crucial en la aparición de la asimetría corporal durante el desarrollo fetal. Si se muta experimentalmente en ratones, el resultado es que el roedor tiene los órganos en el lado contrario del cuerpo, de modo que el corazón está en el lado derecho y el hígado en el izquierdo”, precisa.
Alonso añade que todas las mutaciones comunes que se relacionan con la preferencia en el uso de una mano tienen que ver con genes implicados en la asimetría corporal. Hay un gran número de estudios sobre la zurdera, algunos con resultados de lo más sorprendente.
“Existe una importante cantidad de estudios sobre la zurdera, algunos abordados con imparcialidad y seriedad y otros con menos rigor. Además, abundan los mitos en relación con los zurdos que surgen cada cierto tiempo y se extienden con rapidez”, concluye el especialista.
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