En City Bell también hay temor por la inseguridad

Dos robos en un par de días reavivaron la preocupación en una zona de City Bell particularmente afectada por la delincuencia, y en donde siempre resuena la misma sospecha: los ladrones son del barrio y conocen los movimientos de sus víctimas.

Por ese carril van las presunciones sobre los asaltos en dos dúplex de 30 y 474, cometidos en horarios parecidos y con mecánicas también similares.

El primero fue apenas empezada la madrugada del martes. En ese entonces, los asaltantes echaron mano de un método premeditado: abrieron el portón de una cochera para que los dos perros de esa familia se escaparan.

“Cuando el dueño salió a buscarlos, se metieron a robar. Usaron una escalera y cuando subieron llegaron hasta mi casa. Escuchamos algunos ruidos y activamos la alarma”, relató Lucio Rabassa (41).

El hombre sufrió el robo de dos bicicletas, aunque una quedó tirada en el camino. Al parecer, habría sido sólo uno el delincuente que irrumpió en su vivienda.

Aunque “en la esquina había otro ladrón que lo esperaba en una moto”, señaló la víctima, en una entrevista con EL DIA.

El dueño de los perros recién recuperó sus mascotas cuando volvieron algunas horas después. Desde ese momento ya se barajó la sospecha de que los asaltantes no habrían ido muy lejos.

Lo mismo se cree del segundo episodio, sucedido hacia las 4 de la madrugada de ayer, cuando entraron a robar en la misma casa de donde dos días atrás hicieron salir a los animales.

El botín de este nuevo caso incluyó una caja de herramientas y una hidrolavadora, dos objetos que estaban en un patio, al alcance de los intrusos, que no necesitaron más que saltar un tapial.

Ayer se esperaba con que el segundo robo fuera denunciado en la comisaría Décima, algo que ya se había hecho con el primero. Las víctimas y los detectives comparten la creencia de que los responsables estarían a muy pocas cuadras.