Idas y vueltas de un caso complejo

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Osvaldo Sequeira cumplía una pena por violación en la Unidad 1 de Olmos, que terminaba de purgar en 2019. Sin embargo, en septiembre de 2016, de manera anticipada, logró obtener un beneficio que lo depositó en la calle.

Si bien contaba con informes positivos del Servicio Penitenciario bonaerense y apoyo familiar, sobre todo de su padre, que perteneció a esa fuerza, entre la jueza de Ejecución Claudia Marengo y los integrantes de la Sala IV de la Cámara Penal, Carlos Argüero y María Riusech, existieron algunos contrapuntos, que aún están pendientes de resolución.

De todas maneras, por el llamado doble conforme, esto sería la intervención de Casación, para zanjar cualquier diferendo jurídico, Sequeira nunca perdió el acceso a las salidas transitorias. El gran problema surgió cuando, pese a la oposición de la jueza Marengo, el condenado, que a esa altura era primario, obtuvo desde el órgano revisor la condicional.

“Hizo un click. Se sintió con mayores libertades y volvió a reincidir, explicó una fuente judicial.

 

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