Otra abuela platense se sumó al “Club de los 100”

Emotivo festejo en una casa de Gonnet para Carmen Elvira Nalda, quien celebró su centenario de vida

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Carmen Elvira Nalda celebró ayer con un espectacular asado su cumpleaños 100. Lúcida, feliz y acompañada por sus familiares y amigos festejó el centenario en una casa que la familia tiene en Gonnet.

Carmen nació en La Plata, el 20 de abril del 1917. Es hija de los inmigrantes españoles, Don Roberto Nalda y Doña Carmen Pereyra. Tuvo dos hermanos, Carlos y Enrique.

DE LA PLATA A VILLEGAS Y EL REGRESO

Vivió sus primeros años en La Plata, hasta que su familia se mudo a General Villegas por cuestiones laborales de su padre.

En su juventud volvió a La Plata para quedarse para siempre. Se casó con Don Roberto Gozalvez, empleado de EL DIA en el área gráfica. Tuvo dos hijos, Susana y Roberto. Y Quedó viuda luego de 40 años de casada. Desde entonces vivió en su casa de 58 entre 12 y 13, hasta que recién a la edad de 90 años se mudo a una residencia de ancianos donde la cuidan, atienden y miman las 24, cuya encargada es su ahora amiga Susana.

Tiene 5 nietos, 3 bisnietos y un cuarto bisnieto en camino.

En su día cotidiano, ella vive en su cuarto privado, se baña y se cambia sola. Arregla su cama y dormitorio. “·Come todo lo que le pongan delante (en cantidad y variedad), siempre fue de buen comer. Toma sol todas las tardes antes y después de su siesta diaria. Tiene una asombrosa lucidez para su edad, es muy amable y cariñosa con los suyos”, remarcaron en su círculo familiar.

OPERADORA TELEFONICA

Carmen trabajó 17 años como empleada de la compañía de Teléfono de La Plata. Fue operadora, en la época en que determinadas comunicaciones se realizaban a través de una operadora, la cual conectaba manualmente los cables de la línea en el panel, recordaron ayer en la casa de Gonnet, donde la recibieron con todos los honores y le dieron todos los gustos gastronómicos.

La abuela repasó distintas etapas de su vida junto a sus familiares, amigos de la familia y allegados, en una jornada inolvidable.

Todos remarcaron la lucidez de Carmen al llegar a los 100 años y soñaron con “llegar así a esa edad”, según plantearon familiares de la cumpleañera, que tuvo festejo doble porque el jueves pasado también tuvo una reunión con parte de sus familiares para celebrar su llegada al centenario de vida.

Al momento de soplar las velitas de una coqueta torta con el número 100 y que degustó como un exquisito manjar, la cumpleañera pidió salud para todos y que el destino le permita disfrutar como hasta ahora, con gran fuerza, cada momento de su vida.

Lo cierto es que Carmen disfrutó de una tarde diferente, con uno de sus platos favoritos y, principalmente, con los afectos, lo que la reconfortó por completo y le permitió tener una jornada completa para celebrar sus 100 años de vida.

 

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