Con el sello de la mayor organización criminal de Brasil
Edición Impresa | 25 de Abril de 2017 | 02:33

El Primer Comando de la Capital (PCC) fue fundado el 31 de agosto de 1993 por ocho presos en la prisión llamada del “Piranhão”, en ese entonces la más segura del Estado de San Pablo.
La organización, considerada ilegal por el Estado brasileño, afirmaba que sus objetivos eran “combatir la opresión dentro del sistema penitenciario paulista” y “vengar la muerte de los 111 presos”, hecho ocurrido el 2 de octubre de 1992, en la conocida masacre de Carandiru.
Durante los siguientes años, la organización tuvo diferentes facciones en su interior que se disputaron el liderazgo de la misma hasta que en noviembre de 2002 asumió como referente principal Marcos Willians Herbas Camacho, el “Marcola”, quien está actualmente detenido por asalto a bancos.
Hace diez días, una pesquisa del departamento de Investigación de Delitos de la policía paraguaya, con la colaboración de la Policía Federal de Brasil, vinculó al mismo grupo con el robo a un camión blindado también en Ciudad del Este, como ayer.
La organización tiene varias vías de financiamiento. Una de ellas es el pago de un tributo mensual por parte de sus miembros, que se diferencia en que los que están presos abonan 50 reales, y los que están en libertad, 500. El dinero se utiliza para comprar armas y drogas.
Para hacerse miembro del PCC, el criminal necesita ser “bautizado”, es decir, presentado por otro miembro que ya forme parte de la organización y cumplir con el estatuto de la organización. A partir del debilitamiento del Comando Vermelho de Río de Janeiro, el PCC se convirtió en la principal organización criminal de Brasil.
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