Es tiempo de definiciones

No caben dudas que pasó a ser uno de los temas más conversados de los últimos tiempos. La salida o la confirmación de Edgardo Bauza en la Selección ya forma parte de la “programación” diaria de nuestro fútbol y su tratamiento se posterga de un día para el otro en medio de declaraciones cruzadas de los actores principales de esta historia.

Si bien es cierto que el fútbol argentino no está atravesando su etapa más sólida y la coherencia ha faltado a la cita con frecuencia, también es real que la definición sobre un asunto de tanta trascendencia debería merecer un tratamiento más directo. Por sí o por no, la nueva conducción de la AFA deberá actuar con más decisión sobre qué ocurrirá con el buzo de DT del equipo nacional.

En medio de frases como “Cosa juzgada”, “Es difícil sostener al entrenador” o “Ya está decidido”, todo sigue igual, con mil especulaciones pero ninguna certeza. Mientras Angelici, delante de Macri en la inauguración de un nuevo predio boquense, gritó a los cuatro vientos que “Todos dan por echado a Bauza y no es así”, Claudio Tapia desde el sillón principal de la calle Viamonte reconoció que “Todos ven que la Selección juega mal”. El Patón, mientras tanto, últimamente con más presencia en los estudios televisivos que en el predio de la AFA, delante de las cámaras admitió estar “fuerte para seguir” aunque no descartó que lo despidan.

Salvo el dirigente de Lanús, Nicolás Russo que comunicó en vivo y en directo su postura de cambiar de entrenador, el resto de quienes conforman la actual escenografía de nuestro fútbol sólo ha aportado aproximaciones pero ninguna definición concreta.

Está claro que las balas pican cerca de la humanidad de Bauza y que en definitiva será Tapia quien tome la decisión, la primera de envergadura desde que tomó las riendas del fútbol. Más allá del peso que tenga la opinión de Marcelo Tinelli como Secretario de Selecciones, el encargado de mostrar la puerta de salida o de brindarle una nueva oportunidad al Patón será el dirigente proveniente de Barracas Central.

A propósito del conductor televisivo, es uno de los que apoya al entrenador. Mantiene una muy buena relación y lo respalda aunque no fue precisamente él quien lo llevó a la Selección sino Armando Pérez en épocas de la descolorida Comisión Normalizadora.

La movida final, que no es sencilla, no puede dilatarse más. El precio político de una decisión de tamaña dimensión puede ser alto si los resultados no acompañan. Faltan cuatro fechas para el final de las Eliminatorias, el equipo está en zona de Repechaje, tiene a Messi suspendido por los próximos tres partidos y está en juego ni más ni menos que el pasaje a Rusia 2018.

Mientras algunos dirigentes apuntan a estirar el tema para desgastar su paciencia y Bauza termine dando un paso al costado, los tiempos se van agotando. Está en juego un tema de alto voltaje, que no admite más dilaciones. Con este cuerpo técnico o con otro la Selección tiene que prepararse para agosto cuando la pelota vuelva a rodar con la mira puesta en el Mundial.