Fue a declarar en un juicio y le robó la notebook al juez

Una joven que concurrió a un juicio oral y público para declarar como testigo en la ciudad fueguina de Río Grande, le robó la computadora a uno de los jueces y el teléfono celular a la asistente del fiscal que interviene en el debate, confirmaron hoy fuentes judiciales.

El episodio ocurrió ayer cuando la joven Sabrina Solange Guerrero, de 21 años, fue llevada a declarar al edificio de tribunales riograndense, en el marco de la causa penal donde se investiga a dos personas por el presunto delito de “tentativa de homicidio”.

El testimonio de la joven fue el último de la jornada, ya que como no había respondido a la citación de las autoridades, tuvo que se ser trasladada hasta los tribunales por la fuerza pública.

Según las fuentes, por ese motivo, el acto judicial se realizó sin la presencia de público y la mujer era la única persona ajena al tribunal que estaba en el edificio.

El juez Eduardo López y la asistente del fiscal Pablo Candela advirtieron, luego de terminada la declaración, que en el recinto faltaba “una notebook del magistrado y un teléfono celular de la funcionaria”, señaló una fuente judicial.

Una denuncia posterior realizada por los magistrados derivó en que la Policía efectuara tareas de inteligencia y descubriera que Guerrero ya estaba ofreciendo los artículos para su venta en Internet.

LE PUEDE INTERESAR

Los padres de Micaela agradecieron por el trabajo en la búsqueda de su hija

LE PUEDE INTERESAR

Piden remoción del juez que liberó al principal sospechoso del crimen de Micaela

La brigada de Delitos Complejos de la fuerza policial se disponía a realizar allanamientos pero no fue necesario porque localizaron a la joven en la vía pública, y le “notificaron de derechos y garantías” para que “hiciera entrega de los dos elementos sustraídos”.

Guerrero es la testigo principal en el juicio que se le sigue a los hermanos David y José Leiva, quienes están acusados de intentar asesinar a Hernán Porcel, a quien golpearon con una barra de metal en la cabeza, tras increparlo dentro de su domicilio.