Bauza y su situación en la Selección: una novela que aburre

El doble discurso de los dirigentes, su plan para desgastar al DT y la resistencia del Patón, condimentos de un cóctel muy negativo que no va hacia buen puerto

Edición Impresa

Por EDUARDO TUCCI

El doble discurso de los dirigentes, un plan de desgaste que hasta ahora no funcionó y la resistencia a toda costa de Edgardo Bauza son los tres ejes sobre los que se desarrolla una novela que lejos de atrapar tiende al aburrimiento, además de dejar al descubierto que, a la hora de las decisiones, se sigue tomando el camino equivocado.

La ambigüedad dirigencial quedó a cargo del propio Tapia, que mientras se retiraba del predio de Ezeiza enfrentó a los periodistas con una frase desafiante (“¿Quién dijo que Bauza se iba?”), pero pocas horas después apareció en un audio en el que, refiriéndose al DT, lo trató de “boludo” y especuló con que si “reflexionó se irá de la Selección”.

En el mismo audio, “Chiqui” menciona varias veces el contrato firmado entre el DT y Armando Pérez, y en particular los 900 mil dólares que deberían abonarle al entrenador en caso de rescisión, un tema que preocupa y bastante a la nueva conducción afista.

Bauza, que hasta ahora no vio ni un peso por su tarea al frente de la Selección, juega su propio partido: aguanta los embates, especula con que el tiempo juegue a su favor y su imagen mejore ante la opinión pública desde su posición de víctima del destrato.

Las dos caras de Tapia: cauto al hablar de Bauza con la prensa; desafiante en un audio que se filtró, en el que incluso trata de “boludo” al DT de la Selección

Esa estrategia del Patón, sumado a la indefinición dirigencial, sumó en los últimos días algunas voces de apoyo como las de Gareca, Batistuta, Cocca y hasta del propio Maradona, además del aliento de futbolistas en actividad -Pratto, Buffarini y Caruzzo-, que se atrevieron a romper el silencio en medio de la indiferencia demostrada por los referentes del plantel.

La teoría del desgaste impulsada desde la Casa mayor del fútbol profundizando la teoría del destrato y apostando a que Bauza no soporte la agonía tiene sus riesgos. Si bien el próximo desafío por los puntos de la Selección será dentro de cuatro meses, la reestructuración que debe practicarse después de los últimos tropiezos necesita de un tiempo generoso. Por eso confirmar o echar al conductor es un tema que exige determinación y no admite más manoseos.

Si bien es cierto que la nueva administración de la AFA lo quiere afuera, Bauza advertido de la maniobra de desgaste, no está decidido a irse por propia voluntad y espera que le enseñen la puerta de salida.

Los dirigentes, mientras tanto, además del costo económico por los 900 mil dólares que deberán poner sobre la mesa por el “despido”, tampoco tienen asegurado el nombre de quien sería el reemplazante, tema sobre el que evidentemente han avanzado poco y nada.

Así están las cosas en torno al despido más largo de la historia. Nadie ha aportado hasta aquí la claridad necesaria con las Eliminatorias en etapa de definiciones y a cuatro partidos de saber si estaremos el año próximo en el Mundial de Rusia.

Estrategias discutibles, posiciones no muy claras y ambigüedades de los dirigentes con poder de decisión vienen a sumarse a un cuadro preocupante que, entre otros aspectos negativos, incluye estar discutiendo la permanencia del tercer técnico en un ciclo de 18 partidos...

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE