Las escuelas con clases y un paro que alteró la semana

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La mejor noticia de la semana fue, seguramente, el levantamiento de los paros docentes. Después de un mes entero atravesado por medidas de fuerza, las escuelas empezarán mañana una etapa de normalidad. La casualidad ha hecho que justo esta semana se acorte por el Jueves y Viernes Santo, pero el horizonte -al menos- ya está más despejado.

Habrá que ver cómo se cierra ahora el conflicto, porque vale recordar que no se ha llegado a un acuerdo salarial y la paritaria todavía está en veremos. Habrá que ver, también, en qué quedan la “batalla contra el ausentismo”, la recuperación de los días perdidos y el debate por la calidad educativa.

El levantamiento de los paros es un primer paso. Pero todavía queda mucho por ver (y por hacer).

El debate de esta semana estuvo centrado en el paro nacional del jueves. Fue un paro difícil de analizar porque se combinaron varias cosas. la clave -sin duda- estuvo en la paralización completa del transporte público. No se movió un solo colectivo ni un solo tren en todo el país. Eso, naturalmente, incidió sobre todas las actividades.

Grupos de izquierda se montaron sobre el paro para hacer piquetes que también sumaron dificultades y temor. Mucha gente no se animó a llevar a los chicos a la escuela o a cumplir otras obligaciones por miedo al clima callejero.

Por primera vez, la Gendarmería actuó para desalojar a los piqueteros que bloqueaban la Panamericana. Eso destrabó un poco la circulación y abrió la perspectiva de una actitud distinta frente a los bloqueos permanentes de calles, autopistas y avenidas.

Lo cierto es que el paro se hizo notar y no pasó desapercibido. Hubo muchos que hicieron esfuerzos para ir a trabajar, y eso también se notó. La mayoría de los comercios abrió; hubo taxis en las calles y varias estaciones de servicio despacharon con normalidad.

La semana había empezado bajo los efectos del 1A. La fuerza de las movilizaciones espontáneas para apoyar al Gobierno sorprendió a propios y extraños. Se vio una vez más la potencia de las redes sociales para canalizar estados de ánimos de la sociedad civil y para servir de vehículos convocantes y movilizadores.

¿Empieza después de esas marchas una nueva etapa para el Gobierno? Muchos creen que ha sido un espaldarazo para darle a la gestión del oficialismo un impulso más categórico.

Pro no toda la atención estuvo en el paro y en las movilizaciones. La Justicia vivió otra semana intensa: el procesamiento de Cristina Kirchner en la causa Los Sauces fue otro de los temas centrales de la semana, como la reactivación de la pelea Carrió-Lorenzetti. Conflictos nunca faltan en la agenda argentina.

 

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