El empate no le alcanzó al Lobo para llegar al objetivo

Noche de dientes apretados en el Bosque, con dos equipos sin margen para el error, porque de alguna forma la serie pondría a uno en la segunda ronda de la Copa Sudamericana y al otro con la bronca de lo que no pudo ser. Por eso la tensión, que se hizo notar desde que la pelota comenzó a rodar, y las equivocaciones en el traslado. Ninguno de entrada pudo imponer el juego preparado en la previa, al punto que en algunos pasajes fue como un préstamo recíproco de la pelota. Igual, en el primer tramo Gimnasia no consiguió afirmarse como dominador, y por el contrario, a uno o dos toques, Ponte Preta asomó como una formación más dinámica, que hasta complicó a los centrales que esperaban con las mismas dificultades del resto.

Les faltó profundidad, es cierto, y empezó a preocupar en el Lobo, porque era el conjunto que entró con mayor responsabilidad, en cuanto a protagonismo, porque tras el empate sin goles en el estadio Moisés Lucarelli, de Campinas, en el partido de ida, para esta revancha asomaba como favorito para resolver un partido supuestamente con todo a favor. Claro, aunque una falta menor de Ramiro Carrera como respuesta desembocó en una tarjeta amarilla de amonestación que dejó en principio a un lado la esperanza de tener algún tipo de permisibilidad en este sentido.

Brahian Alemán no encontró la pelota, y sin ella, el organizador del juego albiazul no ganó protagonismo. Nadie a su alrededor pudo asumir el rol de enganche, y Gimnasia debió empezar a considerar variantes para sorprender a un rival que lejos estuvo de mostrar los efectos negativos que pudo dejar en su ánimo la reciente final perdida frente a Corinthians, por el torneo Paulista. En eso estaba el conjunto Tripero, cuando un tiro libre en el borde del área terminó en lo peor: el 1 a 0 de Ponte Preta a través de un cabezazo de Elton, inatajable para Alexis Martín Arias.

Un golpe fuerte, e inesperado, en la noche de luna llena que iluminó un Bosque repleto de emoción. Impacto que de todos modos no afectó a los ocupantes de las tribunas, que hicieron bajar con la misma fuerza un aliento que fue contagioso, porque de inmediato, en la primera respuesta a fondo de Gimnasia, desembocó en el empate de Fabián Rinaudo, quien capturó la pelota que la defensa trató de alejar tras un córner de Alemán, y clavó el 1 a 1 junto al palo izquierdo del experimentado Aranha.

La igualdad con goles no le servía al Lobo, que ni bien los visitantes rompieron la paridad quedaron con la obligación de ganar, pero el zapatazo de Fito, que este año fue como que descubrió el sabor del gol, puso en marcha una recuperación al menos anímica. Rinaudo se puso el equipo al hombro, metió como siempre, a veces al límite, pero recuperó la pelota, interrumpió muchas combinaciones de Ponte Preta y empujó. Con esas ganas de su principal referente quedó más cerca de un rival que trató de jugar, desde el fondo, y que a través de esas buenas intenciones, dejó ver que su nivel futbolístico es superior al exhibido de local, aquella noche en la que Gimnasia quedó mejor parado con el empate sin goles.

Más allá de las debilidades que Gimnasia mostró en ataque, al final Aranha, el arquero de Ponte Preta, terminó siendo el mejor del conjunto visitante

Juego le faltó a Gimnasia, y para encontrarlo Gustavo Alfaro dispuso el ingreso de Lorenzo Abel Faravelli en lugar de Perdomo. El rosarino se mostró para ser el receptor de la pelota en la salida, procurando imponerle a la salida precisión y dinámica. La idea quedó a la vista ni bien comenzó el segundo tiempo, pero no se prolongó demasiado en el tiempo.

Al margen Alemán, sin ningún tipo de protagonismo dentro del campo, Rinaudo continuó siendo la gran esperanza. Fito volvió a sacar pecho en el medio, se multiplicó, y su despliegue fue tan grande que en un momento apareció soltándose por la izquierda, como un puntero, que sirvió un centro al medio desaprovechado por todos los que entraban, empezando por Nicolás Contín, que para hacerla peor levantó un brazo que no tocó la pelota pero confundió al árbitro, que equivocadamente cobró mano.

Recién a los 24 minutos el Lobo brindó algún síntoma de vitalidad, cuando en un nuevo intento por la punta izquierda la pelota le llegó a Nicolás Ibáñez, quien entró por Carrera, pero el goleador no le pudo esquinar su remate de zurda, que al final encontró el cuerpo del arquero. Enseguida entró Mauro Matos, para buscar el triunfo en el último cuarto de hora, y aunque el control le correspondió en mayor proporción, Gimnasia siguió por lo menos un escalón por debajo de las necesidades.

Se animó a pegarle de nuevo Rinaudo, igual que frente a Quilmes y Aldosivi, por el torneo de Primera, y ahora se anotó en la lista de goleadores de la actual Copa Sudamericana

Con más ganas que buen fútbol, el Lobo fue con todo en los minutos finales, y aunque como equipo siguió sin aparecer, Aranha, el arquero de Ponte Preta, se terminó convirtiendo en el jugador más valioso de la visita, con un par de tapadas a Ibáñez y Oreja que pudieron terminar en gol. Con ese panorama terminó el partido en el estadio de 60 y 118, que finalizó con un empate que dejó afuera de la Copa Sudamericana a los albiazules por el valor doble de las anotación logradas en condición de visitante.