Loustau “a dedo” para el clásico

El árbitro bonaerense Patricio Loustau fue designado “a dedo” para dirigir el Superclásico que Boca Juniors, el actual puntero, y River Plate sostendrán el próximo domingo en la Bombonera, por la vigesimocuarta fecha del campeonato de Primera División.

Si bien Loustau ha dirigido hasta el momento cuatro Superclásico (tres oficiales y el restante por un torneo de verano), en la memoria de todo el ambiente futbolístico quedó aquel que Boca le ganó a River por 2-0 el 15 de mayo de 2011 en la Bombonera. Y los motivos por los que perdura en la memoria colectiva de los futboleros ese partido son dos: el mal arbitraje de Loustau (era su primer Superclásico y reemplazaba a Héctor Baldassi, quien fue operado de urgencia), y la ira de Daniel Passarella, por aquel entonces presidente de River, quien llegó a pedirle la renuncia a Julio Grondona en una reunión de Comité Ejecutivo.

“Vos ponés los árbitros a dedo. Tenés el fútbol argentino en ruinas. Tenés que dar un paso al costado, tenés que renunciar”, cuentan que Passarella le dijo a Grondona cuando irrumpió en la reunión de Comité Ejecutivo que se llevó a cabo el martes 17 de mayo.

Si bien River colaboró con su propia derrota, ya que el arquero Juan Pablo Carrizo, en contra, convirtió el primer gol de Boca, River cuestionó el arbitraje de Loustau por entender que no sancionó algunos penales en su favor.

“Vengo a manifestar mi protesta por el arbitraje de Loustau (había debutado como árbitro de primera en 2009) y porque a River lo vienen dirigiendo mal. Es una vergüenza”, habría agregado el entonces titular de River. Grondona no emitió palabra alguna y que los encargados de “cruzar” a Passarella fueron Juan Carlos Crespi (representante de Boca en la AFA) y Carlos Coloma (vicepresidente de Quilmes).

“Grondona me llamó el sábado para cambiar el árbitro. Le dije que pusieran al cuarto, pero me dijo que él quería a Loustau. Me dijo que me quedara tranquilo, que era bajo su responsabilidad”, comentó Passarella después el episodio.

Grondona no habló ese martes, pero si lo hizo días después, aunque trató de sacarle importancia a lo sucedido. “No me pidió la renuncia. Passarella estaba enojado con el arbitraje y Crespi, contento; el fútbol es así, muy pasional”, declaró “Don Julio”. Las quejas de Passarella tuvieron efecto inmediato: Loustau no volvió a dirigir a River. El cuestionado recién volvió a arbitrar un encuentro del “Millonario” en septiembre de 2012 ante Vélez Sarsfield.