Cenaron empanadas, flan de postre y robaron todo

“Me arruinaron”, fue la amarga reflexión que soltó ayer ante este diario el dueño del local de comidas “Mediterráneo”, situado en 13 entre 526 y 527.

Pronunció esa frase luego de relatar con lujo de detalles el increíble robo que cometieron los ladrones que, de madrugada, le llevaron 9.000 pesos en efectivo, dos motos para el delivery, mucha mercadería y otros elementos de valor.

Eso no fue fue todo. Por lo que contó Marcos Gerez (44), “para meterse en el negocio me destrozaron la puerta, que quedó toda doblada, la cerradura y el vidrio del frente”.

Por ahora lo único que se sabe de los delincuentes es que actuaron con confianza y sin apuro: “Hasta se tomaron el tiempo para comer empanadas, un pedazo de tapa de nalga y hasta un flan”, ironizó el comerciante.

“estaba esperando el ‘palo’”

Al margen de todo ello, Gerez también expresó su bronca por el desorden que causaron los intrusos. Por lo que contó, dejaron comida y distintos elementos “desparramados por el piso, como si se hubiesen propuesto dejar el mayor lío posible”.

Sobre otros faltantes que detectó en su negocio -que alquila- precisó la víctima que “se llevaron varias bandejas con comidas elaboradas, entre ellas diversas pastas freezadas. Hasta tiraron al suelo un mondongo que tenía en el freezer” y arrasaron con “las gaseosas que había dentro de la heladera”, acotó Gerez.

El golpe incluyó a su vez la sustracción de “una computadora, reflectores, una agujereadora, cuchillas y un juego de llaves”, entre otras pertenencias.

El comerciante está harto de perder a manos de delincuentes. Y se le nota. Es que el día anterior había sufrido un robo en el local del mismo rubro que tiene en 16 y 39 “y a las pocas horas hicieron lo mismo acá. Es increíble”.

Explicó que abrió el negocio de la avenida 13 “hace apenas tres meses. Estaba poniendo una reja, arreglando ventanales, pero ni alcancé a instalar una alarma y cámaras de seguridad”, lamentó, aclarando que “de eso me ocuparé ahora”.

Gerez criticó la falta de seguridad en el barrio: “Después de que cierra el carnicero, a las 9 de la noche, esta zona queda muy desolada. Estaba `esperando el palo´ en cualquier momento”.

“Gracias a un par de amigos, que con sus motos me harán el delivery, voy a ir saliendo del paso”, cerró.