Los primeros pasos

Margarita Carmen Cansino Hayworth nació en Brooklyn, Nueva York, el 17 de octubre de 1918, y se inició en baile de niña, siguiendo los pasos de sus padres, el bailarín español Eduardo Cansino, que había emigrado a Estados Unidos en 1913, y la bailarina Volga Hayworth.

Antes de debutar en el cine y convertirse en la mítica Rita Hayworth, una adolescente Rita Cansino se ganaba la vida como bailarina junto a su padre, un bailaor flamenco admirado por Fred Astaire, que no pudo triunfar en el cine por su escaso nivel de inglés y que comenzó a llevar a su hija a sus actuaciones en los casinos de Tijuana, tras llegar a California en 1927.

Cuenta Barbara Leaming en ‘If this was happines: A biography of Rita Hayworth’, la biografía publicada dos años después del fallecimiento de la actriz, que Eduardo Cansino hacía pasar a su hija, a la que llamaba Carmen, por su esposa, y la había convertido en una joven atractiva de la que abusaba, ante la impotencia de su madre, que dormía con Margarita en un vano intento de protegerla.

Fue Eduardo, en su afán de explotar las dotes artísticas de su hija, quien presentó a Rita Cansino a los productores cinematográficos que le dieron su primera oportunidad como extra en películas rodadas en México, aunque en 1926 ya había aparecido bailando junto a su familia en ‘La fiesta’.

Tras sus primeras películas como Rita Cansino, entre ellas ‘Dante’s Inferno’ (1935), la actriz se casó con Eddie Judson, trece años mayor que ella, en 1937, un hombre de negocios que veía a Rita Hayworth como “una inversión” y que le consiguió un contrato de siete años con Columbia Pictures para quedarse el sueldo de la actriz.

Para promover su carrera, Judson - con quien estuvo casada hasta 1942 - la empujó a una transformación física en la que, además de adelgazar y teñirse el pelo para obtener su recordada melena pelirroja, la actriz se sometió a sesiones de depilación por electrólisis para ampliar su frente.