Plaza Huincul: con una escopeta, mató a dos vecinos e hirió a otro

La fiscal que quedó a cargo de la causa habló de “masacre”. Quemaron la casa del acusado

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Dos hombres fueron asesinados a escopetazos y otro resultó gravemente herido tras ser atacados en el marco de una disputa barrial en la localidad neuquina de Plaza Huincul, y por el hecho detuvieron como sospechoso a un vecino, informaron ayer fuentes judiciales y policiales.

El ataque ocurrió el sábado pasado, alrededor de las 14.00, en una vivienda ubicada en la calle Miralles al 300 del barrio Centenario, en el mencionado distrito de unos 15.000 habitantes, situado a unos 105 kilómetros de la capital provincial.

La fiscal Marisa Czajka dijo a la prensa que todo comenzó cuando “un vecino con un arma de guerra, específicamente una escopeta 12/70, táctica, se cruzó la calle, hizo escasos veinte metros y con ese arma de grueso calibre provocó una masacre”.

Fuentes policiales informaron que el agresor efectuó al menos seis disparos, que impactaron en el cuerpo de Pablo Soto (37) y Arturo Sánchez, quienes murieron casi en el acto.

Además, otro hombre, llamado Prono Tobares (36), recibió un escopetazo en la cabeza y quedó gravemente herido e internado en un hospital de la capital provincial.

Minutos más tarde, personal policial aprehendió a un sospechoso cuando caminaba a varias cuadras del lugar del hecho con una escopeta en la mano.

“Se lo detiene en ocasión que escapaba del lugar, iba por la vía pública con el arma, obviamente cubierta con un pulóver, pero esto es por un vecino que en actitud sospechosa ve a una persona huir del lugar con lo que presumía que era un arma”, contó la fiscal Czajka, quien agregó: “A viva voz manifestó que había matado a tres personas”.

Tras el ataque, vecinos del barrio generaron disturbios en el lugar y la Policía intentó dispersar a la gente con balas de goma.

Sin embargo, los vecinos saquearon la casa del presunto agresor, quien vive en la esquina de 1 de Mayo y Miralles, y la prendieron fuego.

La fiscal señaló que el sospechoso “trabajaba en una empresa petrolera y hacía un tiempo que había dejado de laborar para la misma”.

Según Czajka, el detenido “era tenedor legítimo” de la escopeta, pero aclaró que indagará “acerca de cómo puede ser que una persona con esta conflictividad tenga acceso a un arma de guerra, que el Estado le haya proporcionado, lo haya habilitado para tener un arma de estas características”.

Respecto del móvil, la funcionaria judicial indicó que “aparentemente habrían mantenido conflictos entre vecinos” y que meses atrás “hubo una balacera” y hasta “se habían tirado una bomba molotov tipo casero”.

“Había una escalada de violencia, pero no de esta magnitud. Luego de suceder este episodio, los familiares o los vecinos, como represalia o venganza de esta determinación incendian los bienes, propiedades del supuesto autor de la agresión”, añadió.

Por último, la fiscal dijo que en Plaza Huincul había “una tensa calma”, por lo que se “ha incrementado el patrullaje en la zona”.

“Obviamente hay mucho dolor, hay mucha tristeza, hay mucha angustia, hay mucha intolerancia. Esto hizo que, obviamente por el estado en que quedó la vivienda, (los familiares del acusado) se tuvieran que mudar a otro domicilio”, concluyó.

 

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