Las ilusiones de ADIP se diluyeron en los penales

Todo el barrio de Villa Castells puede sentirse orgulloso por la gran campaña de ADIP, más allá de que el ascenso se fue para Baradero. El prolongado aplauso del público, en el final del encuentro, sintetiza de alguna manera, el reconocimiento que se le brindó a un grupo de chicos que depositó a la institución en lo más alto del pedestal. Es cierto que faltó la coronación deportiva, la vuelta olímpica, para que la fiesta sea completa, pero también es cierto que ya son el orgullo de un barrio y que lograron escribir sus nombres en la historia grande del club.

El Naranja redondeó una campaña brillante, digna de imitar. Encaró las dos finales con Atlético Baradero como debía ser. Con entrega, personalidad y con los dientes apretados. Ayer, después de haber ganado por 1-0 y de equilibrar el global (2-2), hubo que recurrir a la definición por penales para consagrar al campeón.

Y en esa “ruleta rusa”, el albinegro fue más efectivo y terminó ganando por 5-4, provocando el delirio de los casi 300 hinchas que llegaron hasta Gonnet para acompañar a su equipo.

PEGO PRIMERO

ADIP arrancó mejor. Se plantó de manera ordenada en el terreno de juego (muy blando, producto de la lluvia de las últimas horas) y utilizó la inteligencia de sus individualidades para mostrar sus intenciones. De entrada, nomás, Lucas Catalano (a los 5), definió por sobre el cuerpo del arquero y estableció la apertura del marcador.

Después del golpe, Atlético Baradero comenzó a crecer. Se hizo fuerte en el medio y aprovechó los espacios para lastimar. No estuvo preciso en los metros finales, pero en dos ocasiones, Albariño debió revolcarse para abortar sendas entradas muy peligrosas.

PARTIDO DETENIDO

El partido, muy friccionado por cierto, se paró veces. Primero, a los 22, cuando se produjo un choque de cabezas entre Augusto Delgado y Leonel Camacho.

Y después (se interrumpió a los 26, y se extendió por espacio de diez minutos), cuando tiraron un elemento pirotécnico que explotó muy cerca de Rodrigo Carreras.

El árbitro pidió la colaboración de la gente de seguridad, pero se mostraba firme en querer suspender el juego, hasta que los capitanes (Croce y Espósito), tras dialogar entre sí, lo convencieron para que las acciones se pudieran reanudaran.

En el complemento, Atlético se adelantó en el terreno de juego, se hizo de la pelota y buscó por los laterales llegar al arco de enfrente. Mientras que ADIP, apostó a la contra.

Quizás la jugada polémica de la tarde estuvo sobre el final, cuando hubo un codazo violento en el rostro de Fabiano, provocando un claro penal que el árbitro no percató.

Final de los 90. Hubo que recurrir a los penales, y en esa instancia, Atlético fue más efectivo al acertar los cinco envíos de la serie; ADIP venía bárbaro, pero el último remate ejecutado por Croce permitió que el arquero visitante se luzca y decrete el triunfo y el ascenso para el cuadro de Baradero.