“La batalla por Malvinas debe ser a través de la diplomacia”

El jefe de la Fuerza Aérea, brigadier general Enrique Amrein, sostuvo ayer que “la batalla” por la soberanía argentina en las Islas Malvinas se debe dar a través de “la palabra y la diplomacia”, pero advirtió que esa institución militar defenderá “la patria siempre”.

Amrein formuló estas declaraciones durante el acto por el 35 aniversario del bautismo de fuego de la Fuerza Aérea, que ocurrió durante la guerra de Malvinas, donde la aeronáutica militar por primera vez en su historia participó de acciones de combate.

“La batalla por nuestra soberanía debe darse en los foros internacionales, con la palabra y la diplomacia”, remarcó el jefe castrense durante la ceremonia que se desarrolló en la I Brigada Aérea, ubicada en la localidad bonaerense de El Palomar.

Destacó además que “el lema es defender la patria, ayer hoy y siempre”, y enfatizó que “este ha sido y será el objetivo indeclinable de la Fuerza Aérea”.

Amrein, quien fue piloto de combate durante la guerra de 1982, recordó a los hombres de la Fuerza Aérea que tuvieron “el coraje y la voluntad de vencer” durante aquel conflicto bélico con Gran Bretaña.

De la ceremonia participaron autoridades del ministerio de Defensa, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, teniente general Bari del Valle Sosa, y el jefe del Ejército, el teniente general Diego Suñer.

El 1º de mayo de 1982, las fuerzas británicas tenían la intención de desembarcar en las Islas Malvinas y presionar la rendición de las tropas argentinas.

Para lograr este objetivo, ese día los ingleses comenzaron a bombardear con aviones Vulcan y Sea Harrier los dos aeródromos militares establecidos en Puerto Argentino y Puerto Darwin.

Decididos a intentar su desembarco, los británicos enviaron buques del grupo de asalto anfibio a las costas malvinenses.

Rápidamente, los aviones argentinos reaccionaron, totalizando durante ese día 57 salidas aéreas en misiones de cobertura y ataque a blancos navales británicos, lanzando sólo contra la flota 20 toneladas de bombas.

Esta fue la primera batalla librada por la Fuerza Aérea argentina en su historia, lo que significó su bautismo de fuego.

Aquel 1º de mayo de 1982, murieron en combate el capitán Gustavo García Cuerva, el primer teniente Mario González, el primer teniente José Leónidas Ardiles, el teniente Daniel Jukic, el teniente Eduardo De Ibañez, el cabo principal Mario Duarte y el cabo principal Juan Antonio Rodríguez.

También, el cabo primero Miguel Angel Carrizo, el cabo primero José Maldonado, el cabo primero José Luis Peralta, el cabo primero Agustín Montaño, el cabo primero Andrés Brasich y los soldados Guillermo García y Héctor Bordón.