En Junín luchan para proteger de las inundaciones al casco urbano

El terraplén que allí se construye como defensa ya lleva 5 Km. Se terminaría en los próximos 4 días.

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El terraplén que el municipio de Junín construye para proteger a unos cinco mil vecinos de un probable desborde del río Salado ya lleva cinco kilómetros de los diez previstos inicialmente, y estaría terminado en cuatro días más, según las previsiones del municipio.

A través de ese terraplén, construido con silobolsas, plástico y tierra, se busca proteger a cinco barrios suburbanos con más de 300 casas, cuya construcción, en los últimos 7 y 8 años, se permitió a la vera del río.

Es que sólo durante abril se registraron en todo el partido 365 milímetros de agua caída por lluvias, y además se produjo el aumento del caudal de la laguna Mar Chiquita por agua proveniente de La Salada desde General Pinto, que recibe a su vez agua de La Picasa de Santa Fe.

El intendente de Junín, Iván Petrecca, dijo ayer que “el panorama es crítico, de emergencia, pero aún el agua no ingresó al casco urbano, aunque se perdieron 90 mil hectáreas productivas que están bajo el agua”.

“El terraplén está por la mitad. En cuatro días más estará terminado y eso nos va a permitir en caso de que haya más crecidas de aguas arriba -lluvias locales y las lluvias de Santa Fe y General Arenales- prevenir un desborde”, explicó Petrecca.

La ciudad de Junín está rodeada por varios espejos de agua: la laguna de Gómez conecta con la laguna de Carpincho por medio de un canal que atraviesa gran parte de la ciudad.

“La laguna Gómez está colapsada y ya pasó la muralla de contención. Esa agua va por el canal que atraviesa la ciudad”, dijo el intendente y añadió que “está al límite, pero ello no significa que mañana desborde. Hay tiempo para ir evacuando; pero si las lluvias son normales, el terraplén soportaría el agua”.

Petrecca contó que el inicio de la obra del terraplén se demoró debido a que se requirió que el Concejo Deliberante local declare la emergencia hídrica.

Esto habilitó a la comuna “a poder ingresar a campos privados para hacer las tareas que buscan salvar el casco urbano”, pero afirmó que “ya hay ocho máquinas retroexcavadoras trabajado constantemente”.

Sostuvo que “esta es nuestra prioridad, estamos trabajando permanentemente con la provincia de forma coordinada”, y apuntó que “el cambio climático hace estragos, es inédito lo que está lloviendo, pero esto también demuestra la falta de obras que hubo por décadas”.

AISLADOS EN LA PAMPA

En tanto, Rancul, un pueblo de apenas 3.222 habitantes ubicado en el norte de la provincia de La Pampa, permanece aislado ya que el acceso a la localidad está intransitable como consecuencia de las últimas inundaciones que perjudicaron principalmente a esa zona.

“Rancul está aislado, la gente no puede salir del pueblo porque está cortado el acceso por el exceso de agua. No tienen rutas alternativas para llegar a otras localidades vecinas como Ingeniero Luiggi y Realicó”, manifestó ayer el secretario de Recursos Hídricos provincial, Javier Schlegel, quien explicó que “al cortarse las rutas nacionales 9 y 188, la localidad quedó incomunicada”.

 

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