Fue drogada, violada en grupo y todavía no puede llorar

El hecho tuvo lugar el pasado 5 de abril. Ese miércoles por la noche Daniela Ameri salió de su domicilio y se dirigió a una despensa ubicada a algunas cuadras de su vivienda en donde la esperaba su novio, con quien salía hacía dos meses. A pesar de que era día de semana y que estaba cerca de su casa, la oscuridad de la madrugada motivó una inquietud en ella y la obligó a apurar la marcha. A paso presuroso llegó hasta el lugar y pidió al vendedor una cerveza. Todo lo que vino después, Daniela no lo recuerda. 

De lo que sí tiene certeza es que a las pocas horas de haber comprado en la despensa, despertó con todo su cuerpo dolorido y semidesnudo en un lugar que no conocía. Con el correr de los minutos y mientras intentaba reincorporarse para escapar de ese sitio, fue recordando algunos tramos de lo que había vivido mientras estaba en un estado semi inconsciente. 

Por su mente comenzaron a pasar escenas que, como ella misma las describió, provenían desde el mismo infierno. "Te gusta, puta", contó que le decían mientras la violaban al menos dos hombres. Este macabro suceso comenzó cuando la joven pidió pasar al baño en el mismo despacho en el que había comprado el litro de cerveza. Quienes estaban a cargo de ese expendio la dejaron pasar y al salir del baño fue invitada con un trago de otra cerveza que estaban consumiendo dos hombres. 

Confiada en que no iba a pasar nada, la joven accedió a tomar y a fumar un cigarrillo con los desconocidos que más tarde se convertirían en sus victimarios. Tomó, charló y fumó hasta que se comenzó a sentir mareada. Una nebulosa se apoderó de su visión y, como cuenta en su relato, sólo escuchaba algunas voces que le decían que “la iban a sacar a pasear”. 

Recuerda, en flashes de aquella noche, que estaba rodeada por choferes de colectivos. Tenían la ropa de una línea de transporte. "Un tipo canoso me dice: 'Te vamos a llevar a pasear", escribió en su Facebook. Recuerda que la metieron en un auto azul y que después la ingresaron a una casa. Había varios hombres y paredes verdes. Ella estaba en una cama y se acuerda que entraban de a dos.

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En su huida, escuchó voces de hombres que le aseguraban que había entrado a esa casa a tomar cerveza. Se puso a llorar. Otro hombre la llevó en una moto hasta la vuelta de su casa. Cuando llegó a la puerta una vecina la abrazó y un patrullero se estacionó a su lado. La familia había hecho la denuncia por su desaparición. Habían pasado 24 horas. Tiempo en el que fue engañada, drogada y violada.

Días después de que se realizó los exámenes, los médicos concluyeron que la mujer de 32 años, oriunda de Villa España, Berazategui, había sido violada. Tiempo después, Daniela optó por contar a través de las redes sociales lo que le había pasado. En su cuenta de Facebook confesó que pese a que a pasado un mes de ese episodio “todavía no he podido llorar”.