Un 007 eterno

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El agente 007 James Bond siempre tendrá algo de Roger Moore, en especial su ironía y desenfado, pues no en vano fue el actor que más veces ha interpretado, hasta ahora, al espía al servicio de Su Majestad británica.

Moore entró en la franquicia del popular agente 007 en 1973 con el reto de relevar a Sean Connery, que había velado en la ficción por la seguridad de la reina de Inglaterra desde 1962 con su primera misión en el filme “Dr. No”. “Live and Let Die”, con música de Paul McCartney y dirección de Albert Broccoli, fue la primera cinta en la que Moore pudo hacer suya la famosa frase del agente especial: “Un martini seco, agitado no revuelto”.

Moore tenía 45 años, el actor de más edad, cuando se puso por primera vez en la piel del personaje de Ian Fleming, y lo dejó a los 57 con “A View to a Kill”, en ese caso también un récord de años.

Aunque el Bond de Fleming no se parecía al de Moore, el actor consolidó su fama gracias a los tintes de humor irónico, su voz profunda y el carácter flemático que aportó a un personaje que, como él mismo reconoció en una entrevista en 2012, era poco realista. “Lo primero, mi reacción era siempre: él no es un espía real. No puedes ser un espía real y que todo el mundo en el planeta sepa quién eres y cuál es tu bebida preferida. Eso era tremendamente divertido”, explicaba el actor.

Con ese toque de humor, Moore estuvo durante doce años al frente del personaje que protegía en el cine a la reina de Inglaterra.

 

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