Los bemoles de la reforma fiscal

En la agenda política de estos días, se encuentra en un lugar preponderante la reforma del sistema impositivo nacional.

En búsqueda de reeditar el actual régimen, el gobierno nacional y las provincias, se encuentran dispuestas a dar discusión a un tema que consideran atrasa y lo culpan de muchas deficiencias estructurales que sufre el país.

En ese sentido, en paralelo se encuentra la Nación, La Ciudad Autónoma de Buenos Aires y todas las provincias, discutiendo el reparto de la coparticipación federal y la reforma fiscal, que pelean por engrosar sus recursos coparticipados y facultades tributarias para salir de la asfixia financiera que, que torna en muchos casos inviables las administraciones.

DEBATE POSTERGADO

Este debate, retrasado 20 años, en incumplimiento de la Cláusula Transitoria Sexta de la reforma constitucional del ´94, requiere de apertura y arrojo por parte de los integrantes de la mesa de discusiones, ya que habrá ganadores y perdedores, lo que dificultará en ausencia de ellos, al arribo de un gran acuerdo nacional, que contribuya a retomar los pilares del federalismo de concertación, que son la solidaridad y equidad.

Frente a esa negociación, existe una limitación, y es que la recaudación total es una sola y acotada, los intereses de todos se entremezclan y en paralelo se activa la reforma tributaria integral, que tiene como objetivo principal saber quiénes van a pagar el costo fiscal de la resignación de recursos nacionales hacia las provincias, la excesiva deuda pública tomada, y todas las “lanzas” apuntan a los contribuyentes, sobretodo a los sectores medios productivos.

REFORMA INTEGRAL

Esta reforma integral debería definir un nuevo esquema donde se sepa cuál es el norte de la política tributaria nacional para las próximas décadas, y con ello, si se sigue premiando a los incumplidores, como se ha hecho hasta ahora con 4 blanqueos en ocho años, o si se empieza a premiar la cultura tributaria del cumplimiento.

Y en el aspecto más preciso impositivo, qué definición se va a tomar acerca de la progresividad o regresividad de los impuestos hoy por hoy vigentes, su supervivencia o aggiornamiento, y a su vez quiénes van a ser los facultados para su percepción.

DEBATE

Se tendrá que poner en la mesa de debate el IVA, su provincialización, su permanencia en la canasta básica, y sus alícuotas diferenciales, para los más marginados.

La eliminación de los ingresos brutos provinciales, a cambio de ello, la supresión del impuesto al cheque y la creación de su reemplazante.

Se tendrá que discutir también el impuesto a las ganancias en la cuarta categoría, a los jubilados, y a los magistrados.

A la hora de cambiar el paradigma fiscal, hay que tener en cuenta la variable de la presión fiscal acumulativa, que en nuestro país ya es muy alta

Los bienes personales que se pretende eliminar en el 2019, y a la ganancia mínima presunta.

Habrá que estar atentos sobre quiénes va a percutir la reforma fiscal, ya que no podemos negar la existencia de un déficit estructural, que lejos está de bajar, y el reemplazo de la emisión monetaria por la toma de deuda pública.

A la hora de cambiar el paradigma fiscal, hay que tener en cuenta la variable de la presión fiscal acumulativa, que en nuestro país ya es muy alta por ser un país subdesarrollado y en cabeza de pocos.

Es un aspecto muy importante porque la delgada línea de quienes quieren cumplir con los que no pueden cumplir es el abandono del sistema y su paso a la invisibilidad, a la evasión tributaria.

Ninguno escapa a las aspiraciones y convicciones de quién le toca gobernar, y de ello ya hemos tenido sobrados ejemplos.

CONDUCTA FISCAL

La conducta fiscal también se alienta con buenas administraciones, donde se vea reflejado la contribución ciudadana como representados, depositando en los representantes el direccionamiento del gasto, la inversión y el presupuesto; siempre teniendo en cuenta que los impuestos son los mayores ingresos estatales en los distintos ordenes gubernamentales, y que su fin último es la atención de las necesidades públicas ciudadanas, para asegurar derechos constitucionales, y cuidar que el pacto social no se quebrante, porque de él depende la vida armónica en comunidad, la vida pacífica en democracia.

Ramiro Egüen – Abogado tributarista (ABEF)