Luis Miguel: de escándalo en escándalo

La carrera de Luis Miguel lleva varios años en declive, con una serie de temporadas más marcadas por los escándalos fuera del escenario que por el brillo sobre él. Sin embargo, el Rey Sol mexicano ha tenido que soportar una vida de escrutinio mediático, como uno de los principales ídolos mexicanos y uno de los primeros ídolos latinos globales, y la insistencia de los medios por conocer la vida privada del cantante ha reflejado que, a pesar de que esta semana llegó a estar preso, Luismi no es en absoluto un novato en materia de escándalos.

A continuación, repasamos los más salientes líos en que se metió el mexicano que esta semana pagó un millón de dólares para no quedar tras las rejas.

Amor y dolor

Luis Miguel es, ante todo, un conquistador. Como dice el dicho, como todo caballero pierde la memoria y jamás ha sido adepto a revelar el tendal de romances que sostuvo en sus giras mundiales (en Argentina, se recuerda a Luciana Salazar saliendo de su habitación hotelera, en uno de los hechos que lanzó la carrera de la sobrina de Palito), pero, claro, las mujeres sí han decidido romper el silencio, en absoluto “incondicionales”...

Así, a Luismi se le adjudicaron cientos de romances a lo largo de su carrera, particularmente durante sus furiosos años ‘90, y la fama de mujeriego del galán dejó algunos inquietantes rumores: se llegó a decir que el cantante pida tomar fotos a las mujeres en las primeras filas de sus conciertos para después tener romances con ellas...

Sin embargo, entre tantos romances fugaces hubo una mujer que capturó su corazón: Aracely Arámbula fue pareja y dio a luz a los hijos del Rey Sol, pero la pareja terminó en escándalo y demandas. Aracely reclamó una vez disuelto el matrimonio que que Luismi no atendía a sus hijos ni con afecto ni con dinero, motivo por el cual ambos se vieron las caras en el juzgado. La ex pareja llegó a un arreglo y Aracely sigue guardando los secretos más oscuros de aquella unión: al parecer, el cantante le hizo firmar cuando se casaron un contrato de confidencialidad que extendió durante su batalla legal...

De madres e hijas

Además de los hijos que dio a luz con Aracely, Luismi es padre de Michelle Salas, fruto de un fugaz romance con Stephanie Salas. En lo que es quizás el mayor escándalo de su historia, el cantante mexicano no reconoció a Michelle como hija hasta pasados dieciocho años. Finalmente, Luismi flexibilizó su postura, aceptó su affaire y su resultado y hasta aceptó convivir con la joven Michelle (un calco del Rey Sol) luego de que naciera si primer hijo, Miguelito, y cuando aún estaba en relación con Aracely.

Otra cuestión familiar permanece como uno de los grandes misterios de la vida de Luismi: la desaparición de su madre, Marcela Basteri, llevó a especular sobre las causas: se habló de secuestro, asesinato por dinero, de que está internada por una enfermedad mental e incluso de prostitución. La hipótesis más fuerte es que la actriz, atormentada por su vida matrimonial con Luis Rey y en medio de una supuesta crisis de alcoholismo, simplemente abandonó a sus hijos, algo que el cantante nunca habría aceptado.

Cambios de imagen

Luismi ha atravesado varios looks en su carrera, pero la mayoría de los cambios de imagen fueron involuntarios: los problemas con el peso del cantante han sido una constante, y muchos lo ligan a su lucha contra las adicciones. Y llegó a tal punto que luego de presentarse en 2015 en el Auditorio Nacional de México y mostrarse muy fuera de forma, se convirtió en un “meme” que todavía se replica hoy en las redes sociales.

Sin embargo, tras un 2016 marcado por problemas de salud que, otra vez, muchos ligaron a un supuesto alcoholismo, el cantante reapareció este año rejuvenecido. Y de repente, Luismi no tenía cejas: una imagen de abril lo muesta o excedido de botox o depilado de un modo que no lo favorece...

El inicio de la espiral descendente

Antes de esta reaparición de Luis Miguel, el cantante había atravesado un 2016 marcado por los traspiés: el cantante se descompensó en un show, canceló otros tras haber cantado solo un puñado de temas, fue denunciado por varios organizadores que lo acusaron de abusar de la bebida antes de subir a escenario y, finalmente, decidió no terminar su gira y refugiarse de lo que ya era un gigantesco escándalo para el ídolo nacional de México.

“Cuando Luis Miguel empezó a producirse, comenzó a caer su carrera, pensó que con los músicos de su banda y con canciones bonitas sería suficiente. Dejó de guiarse por la gente que sabía de música, él solo no tiene el nivel”, habían asegurado entonces desde su entorno respecto a su declive musical.

Mientras tanto, a Luismi, envuelto en una serie de conflictos legales, le embargaron su lujoso yate y un Rolls Royce, ambos tesoros con los que el cantante solía mostrarse galante con las mujeres. El yate, además, era algo más que un espacio de recreación con mujeres semidesnudas: desde su entorno muchos contaron que salir al alta mar con un grupo de cercanos amigos era la manera en que Luismi se desintoxicaba.

MAs demandas

El año comenzó de mala manera para Luismi: combatiendo todavía a su ex mánager en los juzgados (causa por la que terminó preso esta semana, tras no presentarse a las citas judiciales que buscan pactar el modo en que el cantante pagara la millonaria cifra que adeuda), el mexicano recibió una demanda en enero de Alejandro “Potrillo” Fernández, por “incumplir unos acuerdos preliminares para la realización de una gira en conjunto con Alejandro Fernández”. El Sol, fiel a su costumbre, no se presentó para hacer sus declaraciones ante la Procuraduría. Además, a Luismi lo demanda Warner Music México por no pagar un préstamo. Aún no se conocen los motivos por los cuales la casa discográfica le prestó al cantante 3.650.000 dólares, pero lo cierto es que el artista debía reintegrar ese dinero en 2014: Luismi no lo hizo y la disquera decidió iniciar acciones legales contra él en marzo.