La Ciudad está cada vez más “apretada” y para dejar el auto ya vale cualquier cosa

Crece el parque automotor y por el déficit de espacio se multiplican las infracciones

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Cada día que pasa los platenses parecen sumar un nuevo pergamino para reafirmar un derecho que la Ciudad ha comenzado a ganarse desde hace ya muchos años: el de ser considerada la capital nacional del mal estacionamiento. Con un parque automotor que sobrepasa largamente los 260 mil vehículos (se estima que crece a un ritmo anual del 10%) y una estructura vial que es idéntica desde hace -al menos- ocho décadas, encontrar un sitio donde dejar el auto se ha convertido en una misión imposible que miles de automovilistas deben resolver a diario.

En esa faena cotidiana la única ley que parece imperar es la de la selva: el paisaje del microcentro es una sucesión de autos que descansan impunemente sobre ramblas, tapan rampas para discapacitados, “duermen” sobre la vereda, aguardan en medio de la calle con las balizas encendidas o en sitios indebidos, frente al garaje ajeno o en escuelas u hospitales, bloqueando el acceso de ambulancias. Sobre la plaza u obstaculizando paradas de micros. Justo al lado de un cartel de “Prohibido Estacionar” o sobre una avenida. El catálogo es interminable y la doble fila gana por goleada.

Mientras en la calle no cabe un alfiler, nuevos hábitos que nadie sanciona ganan terreno: así, cada vez más seguido se ve conductores que estacionan a 45 grados en las ochavas, como pasa a diario, por caso, en 1 y 50 o en 11 y diagonal 77.

En La Plata los inspectores labran más de 4.200 multas mensuales a quienes estacionan el auto donde no se debe. O sea, unas 140 infracciones por día. Ello representa el 80% de las multas vinculadas al tránsito. Según fuentes del área de Tránsito, el 50% tiene que ver con la obstrucción de espacios reservados para personas con discapacidad y un 30% está vinculado al estacionamiento indebido en ochavas, ramblas y paradas de ómnibus.

A la luz del descontrol cotidiano de la calle, para las entidades vinculadas a la seguridad vial, esas cifras son tan solo una gota en el mar. Piden controles más estrictos y medidas estructurales. “La conducta de los conductores es pésima. Pero somos hijos del rigor y si no hay un correctivo o una presencia municipal para evitar que cualquiera estacione donde quiere, esto no va a cambiar”, señaló Víctor González, titular de la ong Estrellas Amarillas.

Está claro que conviven en la Ciudad, por un lado, la desaprensión de muchos conductores y una suerte de “libre albedrío” a la hora de estacionar con una evidente saturación de los espacios, que fuerzan todo tipo de peripecias para poder dejar el auto.

“A mi me gustaría no tener que recurrir al auto, pero el transporte público es una lotería. Entonces, mientras eso no mejore no me queda otra que todos los días perder media hora para encontrar un espacio para estacionar”, dijo Martín Juárez, empleado administrativo en el centro platense.

¿Qué se puede hacer frente a esta grave deformación que afecta a la ciudad en su funcionamiento e incide en la calidad de vida de toda la población? El Municipio se apura a ensayar una serie de medidas que, afirman, apuntan “al reordenamiento del flujo vehicular, a la circulación peatonal y a la conformación de carriles exclusivos para el transporte público”.

Se trata de un proyecto “a largo plazo”, denominado “Plan Urbano de Movilidad” que actualmente se encuentra en proceso de contratación “y cuyo objetivo es implementar carriles exclusivos en las principales arterias de la Ciudad, como también crear centros de distribución multimodal de transporte, establecer una red interconectada de ciclo vías y nuevas alternativas de estacionamiento para el vehículo particular”.

¿Qué contempla el plan? Carriles exclusivos para el transporte público serán ubicados en calle 54 de 7 a 12. Se instalarán ciclo vías en calle 53 y en el circuito universitario del Paseo del Bosque. Además se buscará un reordenamiento en los corredores de 19, 38 y 60, donde “se trabajará en la repavimentación, señalización y demarcación para beneficiar y optimizar el servicio del transporte público”.

La nueva demarcación de ochavas, con pintura reflectiva y parantes para evitar que se estacionen los autos, y que ya se ve en la diagonal 74 de 2 hasta plaza Moreno, es otra de las modificaciones en esa dirección.

No obstante, no queda claro cómo esas iniciativas habilitarán nuevos lugares para estacionar en una ciudad en la que, por año, se patenta la misma cantidad de vehículos que, en promedio, usan el estacionamiento medido cada día (unos 20 mil) y en la que hay un auto cada 2,7 habitantes.

Encima se acotan los márgenes -se calcula que cada cien metros, en una cuadra “normal”, se cuentan entre doce y quince espacios- porque muchos se apropian de espacios sin contar con la debida autorización.

Del total de plazas para estacionar en La Plata, poco más de 7.000 pertenecen al Estacionamiento Medido. La zona medida tiene una demanda fuerte y esta ‘a full’ casi todas las jornadas: la mitad de los automovilistas que consigue una de las plazas ocupa el espacio ocho horas o más, lo que pone las cosas difíciles a los recién llegados.

¿Cambiar las reglas?

Semanas atrás, preocupados por las calles que lucen cada vez más apretadas, los taxistas presentaron al Concejo Deliberante local un proyecto que pretende cambiar las reglas para estacionar en el microcentro.

El secretario general del Sindicato de Conductores de Taxis, Juan Carlos Berón, propuso que sólo se pueda estacionar en una mano en la zona comprendida por las calles 5 a 15 y 45 a 59. El sindicalista consideró que “esto favorecería mucho el tránsito, como ya está probado en las calles 50 entre 7 y 8, y 47 entre 7 y 8, donde mejoró notablemente la circulación”, y agregó que “de esa manera los taxistas podríamos parar en el sector libre para subir o bajar pasajeros sin tener que parar en doble fila, como también podrían usar ese espacio los camiones que paran para repartir mercadería”.

Como reflejó oportunamente este medio, eliminar una de las manos para el estacionamiento es una medida que la Comuna viene cumpliendo en algunas calles céntricas que por el volumen de tránsito se consideran “críticas”. Así, por las complicaciones derivadas del aumento del parque automotor se restringió el estacionamiento en las calles 33, 37, 12 y 14, donde no se puede dejar los vehículos sobre la mano izquierda en los 50 metros anteriores al cruce con los semáforos de la avenida 13. No obstante, hay que decir que esa norma se cumple poco y nada y a diario en esas arterias se ve un festival de infracciones.

ZONAS CRITICAS

Si se trazara un mapa de los sectores considerados “críticos” por la cantidad de faltas que se cometen al estacionar, se advertiría que en los últimos veinte años esas “zona de guerra” se han expandido en todas direcciones: a la virtual saturación del cuadrante tradicionalmente más conflictivo -entre 1, 13, 44 y 60- se sumó la de otros sectores -el eje de calle 12 entre 60 y 64, la terminal de Ómnibus, las áreas comprendidas entre 50, 54, 14 y 19 o 7, 12, 38 y 44-.

Recientemente este medio hizo una suerte “top ten” del estacionamiento indebido según las estimaciones comunales: allí se enumeraban el acceso del Paseo del Bosque, sobre la entrada Iraola y rotonda de la salida a la avenida 1; los alrededores de plazas San Martín e Italia; la rambla de avenida 60, de calle 1 a 7, convertida ya casi en una playa para estacionar; la cuadra de calle 49 entre 7 y 8; y la ocupación de espacios reservados para fines sanitarios en inmediaciones al Hospital Italiano, el Sor María Ludovica y la Clínica del Niño.

4.200

Multas se labran por mes en la Ciudad por estacionamiento indebido

2,7

Autos por habitantes se estima que hay en La Plata. 3,3 es el promedio nacional

 

 

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