Los perfiles en los expedientes judiciales

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Los expedientes sobre pornografía infantil se caracterizan porque los imputados son, en su mayoría, hombres de mediana edad que trabajan con niños, entre ellos docentes, pediatras y choferes de transportes escolares, aunque también hay expertos en informática que aprovechan sus conocimientos con fines delictivos.

“Tenemos muchos imputados que trabajan part time, por lo que les queda tiempo para poder generar este tipo de contactos. En el cien por ciento de los casos son hombres, no tenemos casos de mujeres y si bien son de mediana edad, podemos decir que hay autores de entre veintiocho a setenta años”, explicó la fiscal Dupuy.

Un caso resonante ocurrió en diciembre pasado, cuando se detuvo a un profesor de artes marciales en plena clase con niños en un gimnasio de Palermo, como sospechoso de haber abusado de menores y de producir pornografía infantil.

La fiscal especializada indicó que los pedófilos tienen “una constante demanda de material y no se conforman con tener siempre el mismo, lo cual genera que haya más oferta y que se tenga que producir, lo que lleva a sacarles fotografías desnudos a los menores o filmarlos teniendo relaciones sexuales”.

Respecto de las víctimas, señaló que son tanto niñas como varones, cuyas edades van de los 8 a los 16 años.

Una vez que se hace una denuncia o llega un reporte, los investigadores solicitan a las empresas proveedoras de Internet datos de los abonados tales como dónde están ubicadas las IP, a quién les están facturando el servicio y desde cuánto tiempo, y si se trata de un casa de familia, un comercio o un cybercafé.

Si bien hace algunos años las empresas eran reticentes a entregar la información porque no está regulado que deban cumplir con los requerimientos judiciales, actualmente acceden a proporcionar los datos y los investigadores ya saben cómo pedirlos y cuál es el tiempo que pueden demorar en contestar, que resulta clave.

A esto se suman los reportes de Interpol, cuando detecta esta actividad ilegal desde una IP (Internet Protocol) local, y las denuncias de padres que se presentan porque advierten que sus hijos están diferentes o con cierta sintomatología y, cuando se ponen a indagar un poco, terminan descubriendo que están teniendo un relación virtual con alguien que busca una actividad sexual.

INVESTIGACIONES Y TECNOLOGIA

En este marco, las nuevas tecnologías aplicadas a la investigación criminal resultan una pieza clave.

Y sobre esto, un foro que se realizará la semana próxima reunirá a profesionales del derecho y del campo digital, quienes compartirán y analizarán el fenómeno.

“El objetivo es saber qué tecnologías se están aplicando, si se están aplicando correctamente y cuáles se pueden incorporar”, explicó la abogada Mariela Sampedro, de la organización Mente Jurídica, organizadora del encuentro.

Durante el foro, los especialistas abordarán tres ejes: “El avance de las tecnologías y de los delitos”; “las nuevas tecnologías y la ciencia en la investigación criminal”, y “las barreras virtuales”.

Los nuevos escenarios que presentan las tecnologías, y específicamente Internet en el mundo jurídico, junto a las dificultades que se originan por el carácter global de la red, el anonimato y la necesidad de compatibilizar derechos fundamentales, serán los temas que aportará el abogado Eduardo Molina Quiroga, director de la especialización en Derecho Informático de la Universidad de Buenos Aires, en tanto que Hernán Racciatti expondrá sobre la “Inteligencia de fuentes abiertas”.

 

 

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