Testigo de un barrio que ya no es igual

José vivió “toda la vida” en esa esquina de Villa Elvira, aún cuando era uno de los pocos afincados en la zona.

De la misma manera que el barrio creció, también lo hizo la delincuencia. Pero, por lo que relataron algunos vecinos, Molina nunca abandonó algunas de sus costumbres: “Salía a la vereda a tomar aire aunque fuera de noche”, contaron en su cuadra.

A partir de esa circunstancia habría sido que consiguieron engañarlo para después robarle y lastimarlo de muerte.

En Villa Elvira destacaron que “casi nadie” mantiene ese hábito por precaución a ser una nueva víctima de la inseguridad.

varias modalidades

Son varias las modalidades delictivas que se advirtieron y padecieron en los últimos meses en esa zona.

La regla general parece ser que los ladrones aprovechan su oportunidad para asaltar a quienes tienen a mano. Así le pasó a una mujer, que vive a 30 metros del jubilado, atacada en la vereda de su casa.

Algo similar fue el asalto padecido por un par de obreros, sorprendidos por un falso vendedor ambulante que también caminaba por la calle a la búsqueda de a quién abordar.

Los peatones que van y vienen de las paradas de micro suelen ser también blanco de estos ataques, que parecen no distinguir entre las víctimas.