El Lobo se recuperó y festejó en Córdoba

Dicen que para gozar, primero hay que saber sufrir. Y esto le pasó a Gimnasia anoche en Córdoba, de donde se trajo los tres puntos en su visita a Talleres. El conjunto de Leandro Martini no fue solo el gol de Mauricio Romero a los 7 minutos del complemento, por que si bien pudo haber aumentado y hasta pegó una pelota en el poste, Alexis Martín Arias terminó siendo la gran figura de la noche en el “Mario Kempes”. Con sus atajadas, el “uno” Tripero aguantó la embestida de la “T” cuando en el complemento arrinconó al Lobo.

Talleres tomó la iniciativa y salió a presionar y a tratar de arrinconar a Gimnasia contra su propio arco. Los Triperos se pararon de contra y buscaron salir rápido aprovechando la velocidad de Niell. Así se planteaban las cosas. Sobre los 12 minutos Nico Ibáñez pisó el área de la “T” pero no llegó a definir, y dos minutos después hubo algo de emoción con una llegada mens sana por intermedio de Brahian Alemán que exigió al arquero tallarín Guido Herrera con un tremendo zurdazo desde lejos, pero el “uno” la sacó del ángulo izquierdo y mandó al córner.

El conjunto de Kudelka metía en el medio con el Cholo Guiñazú y por los costados lastimaban al Lobo, pero Martín Arias se mostraba seguro en cada intervención. Y el local casi aprovecha un error de Maxi Coronel saliendo del fondo sobre los 23 minutos, la pelota le quedó Víctor Ramis, pero pateó mordido y la pelota se fue afuera.

Con el correr de los minutos ese ímpetu inicial local fue decayendo. Todo se fue haciendo muy enredado y trabado en la mitad de la cancha.

Recién sobre los 41 minutos, luego de un centro desde la izquierda, el central Juan Cruz Komar cabeceó, pero las manos de Martín Arias dijeron “no” y ahogaron el grito; contestó el conjunto Tripero con un córner antes del final, pero que no llevó peligro.

Así se fue el primer tiempo, donde ambos se quedaron más en intentos que en otra cosa.

GOL Y A SUFRIR

El complemento siguió con la misma tónica del final del primero. Todo muy trabado. El mayor peligro llegaba por algún tiro de esquina. Y sería en una pelota parada que el Lobo golpearía primero en la noche cordobesa.

El reloj marcaba el minuto 7 cuando Alemán (de interesante arranque, muy movedizo) ejecutó un tiro libre, y el Pampa Romero fue a buscar esa pelota y de cabeza venció al arquero Herrera para enmudecer el “Mario Kempes” y decretar el 1-0.

A partir de ese momento el nerviosismo se apoderó del local, ante la impaciencia de su gente. Gimnasia se cerró atrás, y cada vez que podía presionaba a la última línea que minuto a minuto se mostraba más insegura.

Alemán volvió a probar de lejos a los 17 minutos, pero su zurdazo esta vez pegó en el poste izquierdo del arquero que no llegaba. El Lobo casi anotaba el segundo, pero de contragolpe Talleres casi lo empata luego de un centro rasante desde la derecha que Catriel Sánchez no pudo conectar, y la pelota pasó por adelante del arco. Se salvaba de manera increíble el elenco de Martini.

Con más ganas que ideas, Talleres metía a los mens sana dentro de su área, y por momentos la pasó mal. Por eso empezaron a llegar los cambios. Debut para el zurdito Enzo Martínez para hacer la banda izquierda y así liberar a Alemán que era un dolor de cabeza para el local. Luego Faravelli para tratar de tener un poco la pelota en el medio. Kudelka también movió el banco rápidamente buscando que su equipo empate.

LO DEFENDIO CON UÑAS Y DIENTES

El partido se puso intenso. A los 27 minutos otra contra gimnasista entre Bonifacio e Ibáñez, pero este último no pudo definirla bien; enseguida contestó la “T” con un violento remate a quemarropa de Nicolás Giménez que tapó Martín Arias, y en el rebote el jugador local la tiró por arriba del travesaño.

Alemán probaba de nuevo de afuera, y esta vez la pelota se fue besando el travesaño. Iban 30 minutos y el partido se ponía dramático. Por que se jugaba de área a área. Y el hombre de buzo naranja bajo los tres palos se empezaba a transformar en pieza clave. A los 33 minutos lo tuvo Guiñazú, pero Martín Arias ahogó el grito de la multitud.

En el final Ramis tuvo dos. Una de cabeza y otra cara a cara con Martín Arias, y en ambas ganó el arquero gimnasista, que terminó siendo clave para volver al triunfo.