Investigan si la banda que atacó a una jueza intentó ahora asaltar a una fiscal
Edición Impresa | 2 de Junio de 2017 | 02:06

Jueves, una y media del mediodía. Dos personas con ropas que muchos podrían confundir con la de un policía, caminaban por la zona de 10 y 34. De golpe se frenan y tantean una puerta, pero no pudieron entrar, porque estaba cerrada con llave.
Era la casa de la fiscal de juicio de La Plata, Florencia Budiño, que en ese momento no se encontraba en el lugar. Sí la empleada doméstica y dos de sus hijos.
Por los datos que pudieron obtener más tarde de algunos vecinos, los ladrones mostraron un comportamiento extraño. Muy acotado en el tiempo, pero extraño al fin. Además nadie en el barrio los conocía. Y saben muy bien quiénes viven en ese domicilio.
A partir de ese momento, con los datos que aportaron a detectives de la DDI local, empezó una investigación y surgió una sospecha: por el modus operandi podría tratarse de parte de la banda que el 23 de mayo pasado asaltó y maniató a la jueza correccional Claudia Greco, en 531 entre 2 bis y 3 de la localidad de Tolosa.
Se trataría de los llamados tarjeteros, quienes, mediante el uso de un simple plástico y, sin hacer demasiado esfuerzo, muchas veces han logrado vulnerar los accesos a una vivienda, por más de que tenga un picaporte ciego. Aunque esta vez fallaron, gracias al pestillo, que había quedado trabado.
OTRO ANTECEDENTE
No muy lejos de allí, en 40 entre 14 y 15, el 22 de febrero la inseguridad golpeó a otra magistrada platense: Miriam Ermilli, también del fuero correccional, y a su esposo, el defensor general, Omar Ozafrain.
En definitiva, en poco más de tres meses y, en un radio de pocas cuadras, tres funcionarios judiciales fueron blanco de un episodio delictivo. El de Budiño, sin dudas, el más leve de los tres.
¿Casualidad o inteligencia previa? Para Greco, la “estudiaron”. Pero los interrogantes todavía son muchos y nadie se atreve a dar por cierto lo que por ahora son conjeturas.
Anoche, los agentes a cargo de este nuevo caso intentaban recopilar más datos de los autores del hecho, en busca de su identificación y de saber si tienen antecedentes, como se presume.
La causa, que podría quedar caratulada como “averiguación de ilícito” o “tentativa de robo agravado”, de acuerdo al temperamento que adopte el instructor designado, recaería en la UFI Nº 9, a cargo de Mariana Ruffino.
También podría intervenir la UFI penal en turno, que encabeza su colega Marcelo Romero.
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