El precio del dólar, en medio de la campaña
Edición Impresa | 22 de Junio de 2017 | 02:46

Por RICARDO ROSALES
Con los tiempos electorales dominando todo el escenario político, la economía argentina no genera grandes expectativas de cambio, aunque surgen otros interrogantes lógicos y previsibles “coberturas” en los mercados: el tránsito hacia otra composición legislativa en el Congreso es una incógnita, al igual que el rumbo de reformas que adoptaría el oficialismo en el 2018.
Hoy, más allá de la reacción que tuvo ayer por una señal que no llegó de pasar a ser un país emergente para los mercados, las preguntas de corto plazo se refieren a si en los próximos cuatro meses que culminan en los comicios de octubre, el dólar tendrá un salto o si las tasas de interés en pesos continuarán ganando.
En las últimas semanas el dólar viene perdiendo terreno en los mercados mundiales a pesar de la última suba de tasas de 0,25 por ciento de la Reserva Federal (FED).
La administración Trump ha comenzado a ahogar el exitismo de la economía norteamericana y ahora aparecen riesgos de una recaída.
ATRASO CAMBIARIO
Pero el fortalecimiento del peso en la Argentina viene de antes y no está vinculado a estos movimientos monetarios externos. Las estimaciones de la apreciación de la moneda local varían.
Un reciente informe de la consultora Quantum calcula que el tipo de cambio real multilateral de la Argentina es hoy un 20% más alto que en abril del 2016. No es casualidad que el país esté caro en términos comparativos.
Las señales que está dando el Banco Central es que no habrá un relajamiento de la política monetaria.
Con la baja de la inflación de mayo a 1,3% y la expectativa de que el índice de junio estará aún más abajo, que colocarían el avance de los precios en el orden del 1% mensual, la tasa de referencia del 26,25% aparece excesivamente alta.
Pero el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, es partidario de sobreactuar la dureza hasta tanto la inflación ceda por un período más extenso.
RIESGOS POLITICOS
Los riesgos políticos están presentes en muchos sentidos. La crítica del presidente Macri a los empresarios “vivos” que remarcan para protegerse “y enchufan 4 y por las dudas 8” expresa esa creencia oficial.
Aunque mientras subsista un déficit fiscal del orden del 5% no puede haber una política que se sostenga en el tiempo de freno a la inflación.
El ministro Dujovne volvió a defender la estrategia gradual y avanzó un poco más, al asegurar que la baja del desequilibrio ya está en marcha y habló de las “recetas del pasado” por quienes reclaman una política más agresiva.
En cualquier caso, se trata de un debate que hoy no tiene sustento.
La baja del gasto y las reformas pro competitivas de la economía argentina están en stand by, a la espera de los resultados electorales de octubre. La economía está mejor que a inicios del año con un pronóstico de crecimiento del orden del 3%. En esa situación, Dujovne sostiene que la baja del gasto será más sencilla de concretar.
El tiempo confirmará o no, las previsiones del ministro. En cuando a las previsiones del resultado electoral de octubre, nada hay definitivo. Las encuestas son tan volátiles como los pronósticos económicos.
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