Fuego cruzado tras ataque a balazos a un sindicalista
Edición Impresa | 7 de Junio de 2017 | 02:09

Se dijeron de todo. Uno es Marcelo Arévalo, titular del Sindicato General de Taxistas de La Plata, quien, como este diario publicó en su edición anterior, denunció haber recibido “33 tiros” en su vivienda de la localidad de Ringuelet el domingo por la noche. El otro, Juan Carlos Berón, representante del Sindicato de Conductores de Taxis, que fue señalado como presunto responsable de haber orquestado ese salvaje ataque, que milagrosamente no provocó víctimas ni heridos, pese a que varios de los proyectiles ingresaron en la propiedad.
Arévalo, que vinculó a Berón con el hecho -por cuestiones y diferencias que los habrían enfrentado y separado hace muchos años-, ayer subió la apuesta: “Vino a masacrar a mi familia”, aseguró en relación a su viejo contrincante gremial.
Pero Berón le respondió: “No tengo nada que ver con el hecho” y además prometió “llevar a Arévalo a la Justicia”, por las presuntas injurias de las que fue blanco.
“Es todo mentira. Sé que eso le pasó y lo lamento mucho, porque sinceramente son cosas que no van conmigo. Repudio la violencia y me está acusando de una manera falsa. Me gustaría que me googleen y también lo hagan con Marcelo Arévalo, a quien conocí hace 10 ó 12 años o por ahí un poquito más también. El tenía 11 causas penales pendientes, iba a firmar en esa época al Patronato de Liberados. También hace poco estuvo preso por haber amenazado a funcionarios municipales en la gestión anterior. Después se puso a trabajar en Cambiemos y se cree impune. El ha jodido a mucha gente, ha perjudicado a mucha gente y alguien tomó revancha. No tiene nada que ver conmigo. Soy padre de familia, siempre laburé para el gremio, para la gente. La verdad, esto me pone muy mal”, describió Berón.
“Me enteré de todo esto ayer por la mañana -por la del lunes- cuando me empezaron a llamar los periodistas. Todo esto lo tiene que probar en la Justicia. Está mintiendo. En los videos se van a dar cuenta de que el auto estuvo tres segundos. Se ven tres tiros o cuatro. Lo repudio, pero no tengo nada que ver. El es una persona que no tiene límites. Me tengo que empezar a cuidar, porque tiene esa manera de ser, que no sólo lo refleja de manera personal, sino además con hechos”, agregó.
Cuando le dieron el pase a Arévalo se preguntó: “Supongamos que soy Bin Laden. ¿Qué autoridad tiene él -por Berón- para pagarle a los sicarios y que me masacren a mi familia?”.
“Es todo falso. Primero no tengo plata para pagarle a nadie y después soy padre de familia. Le voy a hacer un juicio penal y civil, porque perjudica mi imagen. Se ensañó conmigo, pero no tengo nada que ver, ni lo voy a tener. Soy bien de abajo. Fui boxeador profesional y soy pobre. Uno de los sindicalistas más pobres de La Plata”, contestó Berón.
Sin embargo, Arévalo siguió: “Es un extorsionador, un empleado de todas las gestiones municipales. Son todos barrabravas. Un delincuente que vive de los trabajadores. Un caradura. Para ser representante del sindicato de conductores, como él dice que es, tiene que ser titular de un auto, pero no lo es. El coche que tiene está a nombre de la mujer”.
Por último, cuando la tensión estaba en su punto máximo, Berón se despidió diciendo: “Si me pasa algo a mi o, a mi familia, lo hago responsable a Arévalo, que tiene en la boca una letrina”.
Del hecho, por ahora hay muchas dudas y ninguna certeza. Tampoco detenidos.
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