El que no llora no mama

Pedirle organización a la AFA es como pedirle peras al olmo. Pasan los años, pasan los jugadores...cantarían los hinchas. “Todo pasa”, diría el recordado Julio Grondona. Y sí, todo pasa y todo sigue igual, o peor.

¿Cuándo tendremos la felicidad de que nos anuncien una fecha de fútbol con días y horarios y no se cambie nada? La esperanza es lo último que se pierde, recuerdan siempre los más optimistas, pero no cabe para la organización del fútbol argentino.

Nos pasó mil veces en la sección Deportes. Suena el teléfono. Del otro lado una voz femenina muy cordial. ¿Señor, sería tan amable de decirme cuándo se juega y a qué hora el clásico platense? Sabe lo que pasa -se explaya- tengo que organizar el cumpleaños de mi hija y no quiero que coincida ni el día ni el horario, me implora. En ese momento pienso. ¡Que señora organizada! Un mes antes me pide día y horario del clásico. ¿Cómo le explico lo inexplicable?

Durante décadas, la AFA fue manejada por Grondona y todos se rendían a Don Julio. Nadie quería ni podía refutarle nada. Pero ya no está y no puede defenderse de nada que digamos de él. Es cierto, que esperábamos que algo cambie en AFA. Pero no. Las disputas entre distintos “bandos” están instaladas. Todos juegan a quién tiene más poder, quién “saca mejor tajada” para su institución, cuando deberían respetarse los reglamentos y decisiones tomadas sin perjuicios para otros.

Explotó D´Onofrio, presidente de River, por un supuesto cambio de día y logró su objetivo. Y, se sabe, que está del otro lado de “Chiqui” Tapia, presidente de AFA y Daniel Angelici, titular de Boca y vicepresidente de la casa mayor del fútbol. Se sentía perjudicado. “El que no llora no mama”. Aunque también es cierto que semanas atrás y cuando el campeonato ya estaba al rojo entre Boca y River, fue el Millo el que postergó un partido con Atlético Tucumán porque ambos tenían que jugar por Copa Libertadores, cuando en realidad el reglamento no contempla nada de eso. Explotó D´Onofrio porque a River lo iban a programar para el sábado y finalmente va el domingo. “El que no llora no mama”.