Los hijos de Farré, tras el fallo

Su tía aclaró que ellos decidirán si se cambian el apellido

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Un día después de que un juicio por jurados condenó a Fernando Farré a la máxima pena por el femicidio de Claudia Schaefer, en 2015, su hermana Sandra reconoció ayer que al escuchar el veredicto fue “como si parte de la carga se hubiese liberado”.

“A mí lo que más me importaba es resguardar a los chicos. A mis hijos y a mis sobrinos. Porque a mí me cambió la vida”, explicó la mujer, que desde que murió su hermana se está haciendo cargo de los tres hijos de la pareja.

Luego contó una anécdota que ocurrió a fin de año. “En la graduación de mi sobrino, lo llamaron por orden alfabético en la letra F. Pero sólo lo hicieron con el apellido Schaefer. Se nos puso la piel de gallina. Los padres nos preguntaron si nosotros lo habíamos pedido, pero no lo habíamos hecho”, contó. Respecto de la posibilidad de que se lo cambien, dijo que “los chicos después lo decidirán, según qué peso represente para ellos. Hoy lo escriben y lo usan, porque es parte de ellos”.

Al recordar lo sucedido antes del crimen, Sandra contó que fue testigo del hostigamiento. “Era un acoso constante. Era un control absoluto de lo que ella hacía y por qué. Parecía una obsesión”, precisó.

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