Más voces de preocupación por la fuerte caída en la construcción

Desde el colegio de Técnicos dicen que “hay una crisis profunda y ya lo estamos sufriendo”

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Desde el Colegio de Técnicos Provincial (CTPBA) se sumaron a la “preocupación” de varios sectores por la caída de la construcción en La Plata y en las principales ciudades del interior provincial al tiempo que se mostraron “alerta” ante un probable proyecto del gobierno nacional para eliminar las escuelas técnicas como sucedió en la década del 90.

“Hay una crisis profunda en la construcción y nuestro sector lo está sufriendo. Nosotros dependemos básicamente de este rubro, y nuestros principales clientes, como la clase media y los trabajadores, no tienen dinero para construir. Estamos muy preocupados”, dijo Pedro Di Cataldo, presidente del colegio de Técnicos provincial en el marco de la inauguración de la nueva sede de la entidad, ubicada en 40 entre 5 y 6.

Los técnicos, que en su gran mayoría son maestro mayor de obras, también se quejaron por los costos para construir en la capital provincial.

“LA CIUDAD MAS CARA DEL PAIS”

“La Plata tiene un grave problema porque es la ciudad más cara de todo el país para construir ya que el costo de un obrero es un 20 por ciento más alto de lo que se acordó a nivel nacional. Entonces ese incremento se traslada al precio final del metro cuadrado”, se quejó el dirigente.

Por otro lado, el presidente del CTPBA, advirtió que “hay un proyecto del ministerio de Educación de la Nación de destruir la educación técnica como ocurrió en la década del 90 y darle fuerte impulso a la formación profesional que es lo necesitan los empresarios, según dicen desde el propio gobierno”.

“Por esta posibilidad estamos en alerta y muy preocupados”, dijo DI Cataldo, quien agregó que “en los primeros días de Agosto tenemos un encuentro para diagramar un plan de acción con protestas donde no descartamos manifestaciones”.

El Colegio de Técnicos inauguró recientemente su nueva sede en La Plata, ubicada en la calle 40 entre 5 y 6, con tres pisos destinados al Consejo Superior y el resto de los pisos son departamentos.

Recientemente este diario publicó un informe en el que los principales actores de la industria local de la construcción coinciden: el último año fue cuesta abajo.

La inflación, la conflictividad gremial y una recesión creciente en el mercado inmobiliario congelaron desarrollos y desalentaron proyectos. Se encendió una luz de alerta, porque las entidades del sector aseguran que lo peor todavía no pasó aunque públicamente, no sin temor, aceptan hablar de crisis.

Según advierten las mejoras en algunos indicadores responden al avance de la obra pública, pero que los privados, de no reactivarse la creación de torres, “se verán en dificultades para mantener intactas sus plantillas de personal”.

La alusión a los despidos, afirman en ACIMCO (la Asociación de Comerciantes e Industriales en Materiales de Construcción, que asegura dar empleo directo a más de 2.800 familias de nuestra región), es inevitable en tanto y en cuanto “se está construyendo la mitad de los metros cuadrados que a esta altura de 2016, y menos del quince por ciento de los edificios”.

Los planteos sindicales están en el centro de las conversaciones del sector de la construcción local.

Según un informe elaborado por APYMECO, la entidad que nuclea a las pequeñas y medianas empresas constructoras, mientras que en los períodos 2015 y 2016 llegaron a levantarse simultáneamente hasta 600 torres de más de tres pisos, actualmente hay en curso apenas 85, y una de cada cinco se halla paralizada por problemas gremiales; diagnóstico que es rechazado tajantemente por la dirigencia obrera (ver aparte).

EXPULSION DE INVERSORES

“La Plata siempre expulsó a los inversores externos, y ahora incluso echa a los propios” sintetiza un desarrollador local, con tres edificios en construcción en el microcentro, que prefiere no revelar su identidad: “los que subsisten es porque tienen obras afuera... acá la UOCRA estableció un estado paralelo, y no hay negociación posible; imponen sus reglas, obligan a tomar gente que se adueña de la obra y no sólo no trabaja sino manipula al resto, sabotea... lamentamos que no se actúe de oficio, porque no es sencillo enfrentarlos y mucho menos denunciarlos”.

Sin embargo, desde la Uocra aseguran que los empresarios quieren “avasallar a los trabajadores”.

“El acuerdo de paz social y laboral que se firma con los empleadores es un mecanismo que utilizamos desde los años ‘90, con muy buenos resultados” asegura Juan Pablo Medina, secretario general de la UOCRA: “y se complementa con los controles estrictos que llevamos a cabo para garantizar la protección de nuestros doce mil afiliados”.

 

50 por ciento
Es la caída que marcan distintos sectores de la construcción entre este año y el año pasado. Remarcan que hubo diferentes factores y buscan distintos caminos para revitalizar la actividad en la Región.

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