Netflix busca provocar en el regreso de Naomi Watts a la pantalla chica

La actriz australiana Naomi Watts ya es parte de la lista de figuras de Hollywood que se vuelcan a las series: protagoniza “Gypsy”, thriller psicológico que ya se puede ver en Netflix, y que retrata en diez episodios la vida de Jean Halloway, una terapeuta que desarrolla relaciones íntimas e ilícitas con personas cercanas a sus pacientes.

Se trata de una nueva apuesta osada de Netflix, que busca tener en su grilla propuestas para deleitar a un público masivo, y otras series que busquen romper el molde, jugar con los tabúes de la sociedad y desde la transgresión dibujar el mapa de la televisión del futuro.

Al menos así afirman los directivos de la empresa, quienes informaron tras cancelar “Sense8” (que la presión popular revivió, finalmente) que tras años de volcar dinero casi indiscriminadamente en la ficción, es hora “cancelar más series” (es decir, tomar más riesgos).

Las palabras que partieron de Ted Sarandos, jefe de contenido de Netflix, provocaron cuestionamientos de la industria y los especialistas, quienes creen que la plataforma on demand ya está revisando su política de inversión en ficción pero para volverla más eficiente, no para tomar más riesgos.

Lo cierto es que “Gypsy” obedece más a lo propuesto por Sarandos: una serie “psicosexual” que busca un clima asfixiante y provocador, que para muchos es una respuesta a la exitosa “Big Little Lies”, el oscuro drama de HBO. Las primeras críticas del show de Watts, sin embargo, no han sido alentadoras.

Watts, dos veces nominada al Oscar (“21 Gramos”, “Lo imposible”) afirmó sobre su papel que aunque la serie abordaba cuestiones que podían despertar polémicas, le atraía la idea de interpretar a una mujer “cansada de vivir su vida de acuerdo con lo que se espera de ella”.

UNA MAS A LA LISTA

La actriz, quien este año también está en el regreso de “Twin Peaks”, tenía experiencia en la TV en la serie “Sleepwalkers” (1997-1998), pero desde entonces sólo se había dedicado a proyectos en la pantalla grande.

Watts dijo sobre su papel que aunque la serie abordaba cuestiones que podían despertar polémicas, le atraía la idea de interpretar a una mujer “cansada de vivir su vida de acuerdo con lo que se espera de ella”

Y el salto de Watts, de la pantalla grande a la chica (al revés de lo que marca la costumbre) ya no se trata de un fenómeno circunstancial, sino que la alta calidad de la producción de series de los últimos años atrae a cada vez más de las grandes estrellas de la industria cinematográfica estadounidense a proyectos tanto televisivos como de las nuevas pantallas digitales, como Netflix.

Algunos ejemplos de las últimas temporadas son Matthew McConaughey y Woody Harrelson en la primera temporada de “True Detective” y Rachel McAdams, Colin Farrell y Vince Vaughn en la segunda entrega de la misma serie policial de HBO; Clive Owen como protagonista y Steven Soderbergh como realizador en “The Knick”, John Travolta y Cuba Gooding Jr. en “American Crime Story: The People vs. OJ Simpson” (FX), Viola Davis en “Lecciones del crimen”, Jane Fonda en “Grace & Frankie” (Netflix), Kevin Spacey y Robin Wright en “House of Cards” (Netflix), Billy Bob Thornton y Martin Freeman en “Fargo” o Anthony Hopkins en “Westworld” (HBO).

Casos más recientes tienen a Drew Barrymore, que este año hizo “Santa Clarita Diet” (Netflix), Susan Sarandon y Jessica Lange protagonizaron “Feud” (FX), Ewan McGregor interpreta a dos hermanos gemelos en la tercera temporada de “Fargo”, Nicole Kidman y Reese Witherspoon hicieron “Big Little Lies” (HBO).