Un giro de 180º
Edición Impresa | 30 de Julio de 2017 | 02:32

Esta semana, la prensa internacional se hizo eco del “rejuvenecimiento” de Macaulay Culkin, el actor que, en los noventa, la dio vida al inolvidable Kevin en “Mi pobre angelito”, y que pasó las últimas dos décadas hundido bajo los efectos de las drogas y el acohol.
Culkin, a los 36 años, parece haber dejado atrás su paso demacrado y desaliñado, según el aspecto que presenta en la actualidad: como si hubiera dado un giro de 180° hasta recuperar su cara angelical.
El joven actor, que de niño tuvo que lidiar con los efectos de la fama, entre padres que se peleaban por su dinero y los excesos que no tardaron en llegar, parece estar volviendo de a poco al ruedo, con una película lista para filmar, y varios proyectos en carpeta.
El también protagonista de otros éxitos como “El ángel malvado” o “Mi primer beso”, que entre sus grandes logros figuran un noviazgo de ocho años con Mila Kunis, también fue arrestado, producto de desmanes públicos a los que lo llevaron sus adicciones.
Dedicado en el último tiempo por completo a su banda de rock, el año pasado fue noticia por unas declaraciones tormentosas que dejaron atónito al mundo entero.
En una conferencia de prensa en Estados Unidos, que contó con la presencia de múltiples medios de comunicación, el actor confesó que el cantante Michael Jackson -con quien mantuvo una fuerte amistad- abusó de él en varias ocasiones cuando era niño.
“Michael y yo fuimos grandes amigos, él me amaba y yo también llegué a amarlo, me contaba historias y fue una especie de guía para mi. Yo era muy joven y famoso, para mi una vida normal no era una opción y su amistad me ayudó mucho a lidiar con mis problemas…”, señaló.
Y completó, entre lágrimas: “Pero luego de varios meses se transformó por completo, su actitud era la de un enfermo y comenzó a amenazarme, varias veces dijo que mataría a mis padres si yo decía algo. Michael abusó de mí muchas veces, incluso una vez, en la casa de mis padres mientras ellos dormían. Por eso caí en las drogas”.
Tras años y años de barba desprolija, cara chupada y una larga melena, Macaulay fue visto con el pelo corto, afeitado y con unos anteojos hipster muy cancheros. El look que vestía, con jeans y borcegos, lo hacían parecer de veinte y no de 36. Muchos medios han titulado la noticia como “el rejuvenecimiento del angelito”.
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