Schwartzman dio otro buen golpe para meterse en cuartos

El tenista argentino Diego Schwartzman, 35to. en el ranking mundial, le ganó al estadounidense Jared Donaldson por 0-6, 7-5 y 7-5 y avanzó a cuartos de final del Masters 1000 de Montreal, Canadá. El “Peque” Schwartzman, único argentino que sigue en carrera tras la sorpresiva derrota del tandilense Juan Martín Del Potro frente el local Denis Shapovalov (143), se impuso en dos horas y ocho minutos de juego sobre Donaldson, de 20 años y 66 del mundo.

Schwartzman, de 24 años, se medirá hoy (desde las 13:30 con TV por ESPN) por los cuartos de final con el holandés Robin Haase (52), quien más tarde venció al búlgaro Grigor Dimitrov (11 y séptimo favorito) por 7-6 (7-3), 4-6 y 6-1.

El porteño viene de dar un batacazo en la segunda ronda, donde eliminó al austríaco Dominic Thiem, tercer preclasificado del certamen y número 7 del mundo, por 6-4, 6-7 (7-9) y 7-5.

El español Rafael Nadal, primer preclasificado, jugaba también más tarde frente a Shapovalov por octavos de final. En caso de llegar a las semifinales de Montreal, el mallorquí destronará al escocés Andy Murray del primer lugar del ranking ATP. A su vez, el suizo Roger Federer, segundo cabeza de serie, enfrentaba al español David Ferrer.

Tras perder el primer parcial por un aplastante 6-0, Schwartzman sufrió otro quiebre y quedó 0-2. El golpe parecía de nocaut, pero se mantuvo en partido, recuperó el quiebre y finalmente torció el rumbo del encuentro para quedarse con el set por 7-5.

En el tercero y definitivo Donaldson no fue todo lo regular que se había mostrado en los primeros sets y el porteño lo aprovechó. Fue un triunfo por el que debió sufrir y trabajar mucho Schwartzman, y por eso se desahogo al final con un grito y los brazos en alto, mientras un puñado de hinchas argentinos festejaba en las tribunas. Schwartzman es el único argentino en el torneo, ya que Juan Martín Del Potro quedó sorpresivamente eliminado en la segunda ronda al perder con el joven representante local Denis Shapovalov (143). El torneo canadiense se juega sobre una superficie de cemento, sirve como preparación para el Abierto de Estados Unidos.