“Que pongan más seguridad, para que a nadie más le pase lo que me ocurrió a mí”

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Conmovida hasta las lágrimas, apenas llegó de prestar declaración en la comisaría segunda, Patricia Odello (54), la hija de la mujer asesinada ayer en Barrio Hipódromo, se fundió en un abrazo con todos los familiares y amigos que la estaban esperando en la puerta de su casa.

Uno a uno agradeció ese gesto, esa señal de apoyo en este momento tan dramático de su vida.

“Que pongan más seguridad, para que a nadie más le pase lo que me ocurrió a mi”, declaró ante la prensa.

La mujer se quejó de la inseguridad que hay en esa zona de la Ciudad.

“Lo único que sé es que la mataron”, concluyó sin poder decir otra palabra.

Según contaron ayer sus allegados, Odello trabajó durante mucho tiempo como secretaria de un médico.

Después hizo un curso como “auxiliar forense”, aunque “no consiguió trabajo”, explicó Julio Córdoba, un amigo.

“Buscó en el hospital, por todos lados, pero no tuvo suerte”, agregó.

Karina, una comerciante y vecina del barrio, contó a su vez que “la ayudaba la madre, porque estaba desocupada. Alquilaban el garaje de la casa y, lo que sacaban, era para ella”.

“No es mucho dinero, pero con eso y, otro tanto que le pasaba Elisa, se arreglaba”, aclaró.

Se supo que Odello venía de sufrir en carne propia el drama de la inseguridad.

Fue hace unos tres meses, en cercanías del hospital Rossi, donde fue a tomar el colectivo.

“Tenía que ir al hospital de Romero a estudiar, pero la agarraron en el camino, se resistió y terminó toda cortajeada. Sufrió heridas en la cabeza y en el resto del cuerpo”, recordó Karina.

 

 

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