“La mejor manera de buscar desafíos es componer personajes diferentes a uno”

Hace rato que Peter Lanzani se quitó los ropajes y la piel de estrella teen, una tendencia que una de las grandes promesas de la actuación argentina continuará explorando desde el martes 15 de agosto, cuando en “Un Gallo para Esculapio” se ponga en los zapatos de Nelson, un humilde joven misionero que viajará al Conurbano para llevarle un gallo de riña a su hermano, y se perderá en el complejo escenario del Gran Buenos Aires.

Lanzani asume el desafío de encarnar así otro rol jugado tras ponerse en la piel de Alejandro Puccio en “El Clan” y de Alan Strang en la obra de teatro “Equus”, mientras ensaya para ser parte de la película sobre Robledo Puch que prepara Luis Ortega y presenta en El Cultural San Martín “El Emperador Gynt”, obra clásica de Henrik Ibsen.

Pero a pesar de este nuevo giro, Peter, surgido de la fábrica de Cris Morena y vuelto ídolo adolescente en los días de “Casi Angeles”, no reniega de ese pasado: “Estoy honrado de todos los proyectos que hice, fueron pura formación. Antes hacía proyectos más adolescentes porque me convocaban a eso. Pero uno madura, empieza a ver la vida diferente, a crecer y tener nuevas maneras de armar personajes. Va todo por un camino de madurez”.

Lanzani se define así simplemente como “un actor” cuya transición hacia nuevos retos ha sido natural: “Me considero un actor y busco desafíos”, dice, “y la mejor manera de buscar desafíos es buscar personajes diferentes a uno, que ameriten una composición, que despierten al creatividad del juego a la hora de actuar, la actuación está muy ligada al juego y creo que por eso sigo eligiendo este trabajo tan apasionante”.

En este trayecto, Lanzani ha encontrado algunos “maestros”, entre los cuales cuenta a Pablo Trapero, que lo dirigió en “El Clan”, y Luis Brandoni, compañero de elenco en “Un Gallo para Esculapio”, que “me fueron abriendo la cabeza y me permitieron ver el mundo enorme que hay en la actuación: un actor tiene que estar formado para hacer el papel que tenga que hacer, sea un galán, un antihéroe o un personaje oscuro”.

Y se muestra también admirador de Bruno Stagnaro, el cineasta detrás de la fundacional “Pizza, birra, faso” y de la ya legendaria serie “Okupas”, que vuelve a la tevé para ponerse al frente de “Un Gallo Para Esculapio”.

“Este tipo de oportunidades hay que aprovecharlas porque es donde más se aprende: jugando con los mejores”, dice sobre el equipo conformado por Stagnaro y un gran elenco que cuenta, además de a Brandoni, a Luis Luque, Eleonora Wexler y Andrea Rincón.

“Tener a Bruno Stagnaro como director es algo que potencia a cualquier actor. Bruno tenía muy claro lo que quería contar, como lo queria contar”, cuenta Lanzani, quien para la serie viajó a Misiones buscando adoptar la tonada característica de la provincia, y también intentando encontrar “la atmósfera en la que estaba inmerso el personaje”.

“Estoy muy contento con lo que rodamos, pero no tengo expectativas respecto a si tiene éxito o no, eso depende de otros factores”, dice, aludiendo a la crisis de la ficción que atraviesa el país actualmente, con un marcado éxodo de los televidentes hacia nuevas plataformas y series extranjeras.

A días de la salida de “Fanny la fan” de la pantalla de Telefé, una de las señales que emitirá la serie, Lanzani analiza que “lo que está sucediendo es una gran incógnita”, pero aunque afirma que “la gente cambió la manera de ver ficciones, busca lo que quiere ver”, confía en el talento actoral que ve en Argentina.

El protagonista de “Un Gallo para Esculapio” valora en ese sentido las posibilidades que ofrece el camino de las coproducciones internacionales. “Hay mucha ficción de calidad y hay que apostar a más”, afirma sobre el equipo que conformaron Telefé y TNT para crear la serie de Stagnaro: TNT la pondrá al aire los martes a las 22, Telefé lo hará después, y la serie podrá verse, entera, desde el 16 de agosto (un día después del estreno, con doble capítulo), en la plataforma Cablevisión Flow, “una nueva forma de mostrar el talento que hay en Argentina”.

A la espera del estreno, la semana que viene, de la nueva apuesta de la ficción nacional, Lanzani ya prepara “El Angel”, la película sobre la vida del asesino Carlos Robledo Puch que filma Luis Ortega, “un proyecto espectacular” donde encarnará a Miguel Prieto, “uno de los socios de Robledo Puch en sus macanas”.

“Es un personaje diferente a Alejandro Puccio, pero sí hay que meterse en esa atmósfera de estos mundos: es un laburo que hicimos con Luis y los actores en los ensayos, para ponerle el cuerpo a esto que le pasa a los personajes”, explica sobre su nueva inmersión en mundos oscuros, mientras continua con el desafío de interpretar 14 personajes en escena, solo en el escenario, en la obra de Ibsen.

“Estoy en una gran universidad que es la del hacer”, reflexiona contento aunque, claro, acepta que tanto trabajo no le da tiempo para cuestiones del corazón. “Estoy soltero”, confiesa, pero se esperanza para el futuro: “Estoy abierto, en algún momento sucederá, esas cosas llegan cuando uno está abierto y tiene ganas”.