Se cumplió un mes del femicidio de Emma Córdoba en Punta Lara

Ayer se cumplió un mes del espanto que le costó la vida a María Emma Córdoba (26), la estudiante de Medicina abusada, golpeada y asesinada el sábado 8 de julio en su casa de Punta Lara, donde también sufrió ataques ultrajantes una amiga suya, de 25 años.

En este contexto, Ariel Osvaldo Andrés Báez (23) permanece detenido con prisión preventiva. La fiscal que investiga el caso, Virginia Bravo, terminó de tomar las últimas testimoniales para confirmar o descartar la versión del acusado en su indagatoria, calificada de mendaz.

A fin de cuentas, la Justicia no creyó la coartada del acusado. Por eso es que ahora se trabaja en las diligencias complementarias para que la causa sea elevada a juicio.

“una cuestion de salud”

Emma fue destacada por muchos amigos, compañeros y hasta desconocidos como una persona alegre y comprometida, con su vocación como futura médica y en el trabajo diario con los estudiantes del primer año: ella, además de cursar, era ayudante.

Desde el centro de estudiantes de la facultad de Ciencias Médicas expresaron: “A un mes del femicidio de nuestra compañera Emma, seguimos atravesando un triste y doloroso duelo, en el que no concebimos olvidarnos de ella, como tampoco nos olvidamos de la enseñanza que nos dejó”.

“Esta vez el dolor nos tocó muy de cerca, generando la necesidad de encontrarnos para transformar la bronca en lucha: el femicidio de nuestra compañera no pudo ser una noticia más y fuimos miles pidiendo justicia”, recordaron, en referencia a una marcha masiva que partió de la facultad, recorrió el centro y culminó en Gobernación.

Por tratarse de un femicidio aberrante, la consigna de Ni una menos fue una de las más repetidas en la concentración: “No nos vamos a acostumbrar a que sigan violentando y matando a las mujeres por el simple hecho de ser mujeres. Vamos a hacer justicia por Emma, por Anahí y por todas”, adelantaron desde la agrupación Unite.

La conmoción no fue sólo para los jóvenes. Muchos profesores se sumaron a la marcha visiblemente conmovidos. En los claustros, al parecer, se baraja la posibilidad de “visibilizar la violencia de género como un problema de salud”, apuntaron los estudiantes. La convocatoria, entonces, fue para un abordaje de las distintas iniciativas, que se propondrán para integrar la currícula de la carrera.

el espanto

Para el juez y la fiscal, con las pruebas reunidas hasta el momento es posible dar por acreditado que esa noche, “la joven que iba de visita a la casa de su amiga Córdoba, al momento de abrir la puerta fue sorprendida por un hombre que con un arma de fuego se abalanzó sobre ella, la obligó a entrar, preguntando de inmediato por la ex pareja de Emma”.

Había entre Báez y el ex novio de la joven un problema vinculado a los animales que la chica albergaba en la casa, porque era proteccionista. El encono pareció guardado durante un tiempo.

También se señaló en la preventiva que luego el atacante obligó a las dos chicas a quitarse la ropa, las ató y las violó. El asesino intentó prenderlas fuego pero no lo consiguió. Luego de herir de muerte a Emma, se escapó y fue hasta su casa, justo al lado, donde se acostó a dormir con su bebé y su mujer.

Ahí fue donde lo atrapó la Policía poco después, donde además le secuestraron una cantidad importante de drogas: 357 gramos de cocaína y dos plantas de marihuana.