La obra privada en la Región, complicada

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A pesar de las mediciones oficiales que marcan un boom en la construcción, en realidad, en la obra privada -al menos en lo que se refleja en nuestra región- los índices no son tan auspiciosos.

Recientemente, los principales actores de la industria local de la construcción coincidieron, en consultas hechas por este diario, en un diagnóstico: “Cuesta abajo”. Dos motivos, por lo menos, esgrimen: la inflación ante el encarecimiento de los precios de materiales y la conflictividad gremial. Ambos, sostienen, congelaron desarrollos y desalentaron proyectos. De hecho, un nuevo conflicto de la UOCRA con una empresa constructora frena obras de edificios en la Ciudad (ver pág. 14). Otro dato: construir en La Plata es 30 por ciento más caro que en el Conurbano bonaerense.

De todos modos, le escapan a la palabra crisis. Igual, empresarios, pequeños y medianos, tienen claro que las mejoras en algunos indicadores, como el que dio a conocer ayer el Indec sobre un aumento de más del 20 % en la actividad constructora en el mes de julio, responden al avance de la obra pública, con fuerte impulso desde el Gobierno en medio de un año electoral clave.

En números, el panorama que plantearon es que “se está construyendo la mitad de los metros cuadrados que a mitad de 2016, y menos del quince por ciento de los edificios”.

Los constructores apuestan a una intervención más eficaz no sólo del Estado sino también de la Justicia para que llegué la ansiada reactivación al sector.

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