Proponen un trabajo social en El Mercadito

Vecinos de Tolosa y funcionarios quieren aplicar experiencias de algunas villas porteñas

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La Asamblea que celebraron antenoche no fue una más para los vecinos de Tolosa, ya que avanzaron sobre una cuestión sobre la que han hablado mucho, pero ahora con una propuesta concreta: trabajar con funcionarios, clubes, iglesias y organizaciones sociales, para mejorar las condiciones de vida en El Mercadito, un barrio golpeado por la vulnerabilidad y el delito.

El encuentro se desarrolló desde las 19 del viernes en 116 y 530, donde estuvieron presentes, además de los vecinos, el delegado comunal de Tolosa, Gonzalo Colman; el secretario de Centros Comunales, Sergio Sarlo; el Director de Seguridad Ciudadana, Daniel Castellani; y el director de Espacios Verdes y Arbolado Público, Andrés Menéndez, entre otros.

“Nos pusimos de acuerdo en algunas cuestiones vinculadas con la seguridad”, dijo a este diario Pablo Pérez, uno de los referentes de la Asamblea de Tolosa, quien destacó que “la garita estaría funcionando en una o dos semanas”.

También “nos comentaron que van a mandar seis motos” para hacer tareas de prevención del delito en el barrio. Pero lo que más celebró el dirigente fue la propuesta de “conformar una mesa de trabajo social para abordar la problemática en El Mercadito, con las instituciones del barrio, el Estado y con los vecinos, porque creemos que es la forma de abordar el problema”.

“Es un barrio estigmatizado y, más allá de la inseguridad, tenemos amigos que viven ahí y lo padecen”, dijo Pérez

Según el dirigente, acordaron conformar una mesa “tripartita, entre los vecinos, el gobierno municipal y el gobierno provincial”, con el compromiso de “conocer a las personas que están trabajando en algunas villas porteñas en las que revirtieron situaciones muy complejas”.

Esta decisión fue adoptada horas después de que en ese barrio un policía recibió un tiro en un brazo mientras hacían varios allanamientos para detener a los sospechosos de haber robado elementos de un patrullero que sustrajeron en otro operativo.

Los vecinos están convencidos de que “el delito hace pie en esa zona porque el Estado está ausente y muchos trabajadores son rehenes de estos delincuentes”. En El Mercadito viven, hoy por hoy, entre 3.500 y 4.000 personas, muchas de ellas menores de edad.

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