A puro color

El rosa volvió a la decoración con todo. Un tono ya sin sexo que protagoniza las nuevas colecciones de mobiliario.

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En 2016 la empresa Pantone coronó el tono “13-1520 Rose Quartz” como color del año 2016. ¿Por qué? Pantone ha desarrollado un sistema de clasificación de colores para la industria gráfica y la imprenta, y todos los años chequea cuál es el color que marca tendencia. Ese año, el más elegido por las empresas para distintos tipos de productos fue el rosa.

Poco después el color se abrió paso en los hogares y hasta fue uno de los protagonistas de la feria del mueble Salone del Mobile de Milán en 2017.

Podría decirse que el rosa cuarzo es un color que refleja “cierto entusiasmo sin dejar de ser suave, amable, tiene algo que invita a la serenidad”, observa la directora del Pantone Color Institute, Leatrice Eiseman.

“Los consumidores suelen buscar la realización y el bienestar en sus vidas, y eso hace que los tonos ‘que invitan’ a permanecer allí pasen a un primer plano, en particular aquellos que, desde un punto de vista psicológico, plasman un deseo de paz y seguridad”, comenta la especialista.

La percepción tradicional del rosa fue desapareciendo. Actualmente incluso pueden verse numerosas prendas unisex de este color, que ya no está asociado a algo femenino. Es más, en cierta medida se lo ve como un color que se expresa personalidad, y los hombres se atreven cada vez más a llevarlo.

El diseñador español Jaime Hayon se sumó a esta tendencia y desplegó el rosado en su decoración del Barceló Torre de Madrid, donde puede verse su silla Catch, diseñada para la marca danesa &tradition. Catch llama la atención por sus apoyabrazos, diseñados como si estuvieran dispuestos a recibir a quien vaya a sentarse allí.

El rosa y las líneas que fluyen en su superficie le dan al objeto un aire muy liviano, que hace que pueda ir muy bien en cualquier tocador o, por qué no, en un ambiente de tonos fríos como el negro, el gris y el blanco.

“Hago confluir varias contradicciones”, explica Hayon. “El rosa hace que Catch, una silla simple, sea menos seria, y al colocarla en un ambiente suma un elemento liviano y a la vez elegante”, comenta.

MAS EJEMPLOS

Otro ejemplo es el diseño 503 Soft Props de Konstantin Grcics para Cassina. Es un módulo tapizado que puede combinarse en distintas variantes por medio de un sistema de tubos. El tubo es un elemento bastante preponderante, pero gracias a la textura rosa la impresión general resulta amable a la vista.

También se presentó Silvana del estudio Ciarmoli Queda, un silloncito que recuerda las buenas viejas épocas e invita a desacelerar el ritmo al llegar a casa.

Y hasta los clásicos se reinventan aplicando nuevos colores. El Poet Sofá, diseñado por Finn Juhl en 1941, fue reeditado en el tono que marca tendencia.

El renacimiento del rosa cuarzo también se ve en la serie de sofás y sillones Ottoman de los diseñadores Scholten & Baijings para la marca Moroso, y la tradicional compañía Vitra se atrevió a diseñar todo un ambiente en este color, plasmándolo en muebles que toman elementos de distintos siglos. Esa fue la propuesta de India Mahdavi.

¿Y qué se ve en los países nórdicos, que en los últimos años se han transformado en una especie de barómetro para saber qué se impondrá en las próximas temporadas? La lámpara Cap de Kaschkasch, el pouf Circus de Simon Legald y el espejito Flip de Javier Moreno para Normann Copenhagen no habían sido ideados originalmente en rosa, pero también fueron reeditados en este tono, que los hace mucho más dinámicos, vivaces y, además, les dan onda.

“Como este color se presta para sumarle una pincelada de beige o para desplegar una confluencia de damasco y coral o incluso para llevarlo a un rosa barbie o bebé, no hay ninguna razón para no combinarlo en todos sus matices”, elogia el fundador de Normann Copenhagen Paul Madsen. Vea lo nuevo y anímese a renovar su hogar.

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