La otra cara

La legalidad estaba en camino, Cubero lo veía venir y no tuvo reparos a la hora de dar su opinión sobre qué siente cada vez que ve a su ex mujer, y madre de sus tres hijas, en los brazos de otro hombre.

“Cuesta al inicio, después uno se acostumbra. El inicio de verla con otro o las primeras fotos cuesta un poco. En nuestro caso, al ser tan públicos, era inevitable verlo. No es que uno se enoje o te duela… pero es una sensación rara después de estar tantos años con alguien verla con otra persona. Pero llega un momento en que decís ‘bueno, ya está’”, admitió.

“Ya con los rumores uno empieza a digerir que esto en algún momento iba a pasar, uno tiene que estar preparado para eso (...) No soy una persona rencorosa. Acepto las situaciones como se van dando. El destino de un matrimonio no depende de uno solo, entonces hay que entender al otro y sus decisiones”, agregó.

Por otro lado, aseguró que, por ahora, su prioridad son las niñas. “Ahora estoy en la etapa de la preocupación porque en esta parada obviamente hay que contener mucho a los hijos. Hay situaciones en las que veo que les cuesta... están sensibles... las veo tristes por momentos y por momentos no...”.

Y continuó: “Es una etapa donde necesito transmitir mucha contención y estar alerta para ver sus momentos de debilidad y hacer que esto se les haga lo más llevadero posible. Las cuidamos mucho, apago la tele, guardamos las revistas, tratamos de que no nos agarren los celulares porque por ahí hay preguntas de periodistas, las redes sociales... un montón de cosas. La más grande y la del medio ya saben leer, imaginate todo eso...”.