Semana de ascensores, con trepadas y caídas

Por Alejandro Castañeda 

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Periódista y crítico de cine. 

ASCENSOR 1: Natacha Jaitt, conducía a la medianoche el programa radial El Ascensor. La muchacha saltó a la notoriedad por haber puesto en pantalla a su departamento. Primero, al difundirse las visitas de Diego Latorre que, como los médicos de antes, hacía domicilio y descuidaba las urgencias caseras. Después, la policía se metió allí para buscar alguna prueba extra. Hoy, ella está furiosa. Por mostrarlo a su huésped en el rellano, Natacha se quedó sin ascensor Y ahora culpa a Fernando Burlando, abogado de los Latorre, de haberla mandado escaleras abajo. Burlando, como libretista o protagonista, siempre anda metido en estas mudanzas. El letrado, que tiene a su ex novia Barby con un chip vigilador, sabe que el amor se alimenta de desconfianza. Barby ha dicho que está dispuesta a aceptar todo, siempre que Burlando no le quite la mensualidad ni el auto. A veces el confort vale más que la libertad. Su ruego por más presupuesto, una demanda conocida, pone al auto y las tarjetas a la altura de un plan de vida Así son los acuerdos post amor de estos días. Hay tanta madurez y respeto en las rupturas, que los divorcios al fin son más amables y ordenados que la vida en pareja.

ASCENSOR 2.- En el subibaja de la semana apareció al fin el escrutinio oficial de la Provincia, que fue surgiendo al amanecer para darle suspenso extra un país sobrado de madrugadas infernales. Entradera con Bullrich y salidera con Cristina. Empate técnico dijeron en Cambiemos, que habían festejado antes de tiempo. Empate técnico replicó dijo Sampaoli desde Montevideo. En octubre no sólo la Selección sabrá si se salva. También el gobierno y la oposición se jugarán una parada decisiva pensando en el más allá. Cada cuatro años se juegan estas copas. La Cristina barrial de estos días saboreó una victoria de medio punto en una tabla de posiciones que ya muestra algunos descendidos. Con las cifras pasadas en limpio, los seleccionados de Ezeiza y de La Rosada esperan que el repechaje de octubre les traiga alivio. El subibaja de la actualidad tiene paradas intermedias. Y hay que saber tocar los botones para llegar a destino. Con este ascensor, algunos van a acercarse al cielo. Y otros, aterrizarán en el sótano.

ASCENSOR 3.- No es fácil dejar de ser señora para volver a ser amante. Los amores volátiles de estos días ayudan a sacarse rápido el delantal de ama de casa para ponerse lentejuelas en busca de otros quehaceres. En medio de una semanita poblada de refriegas, el romance nuevo entre Nicole Neumann y Facundo Moyano fue como un adelanto primaveral en medio de los tormentones de estos días. Mientras la Ciudad se deshacía en encontronazos, el amor jugaba a las escondidas en Puerto Madero. El ascensor aquí fue el marco de unas grabaciones canallas que dejaron al descubierto que lo de la cena romántica acabó, como corresponde, con el postre en otra mesa. Nicole estaba hermosa. Y Facundo aprendió del padre a sacarle provecho a los paros. Venía de un noviazgo de barrio con señorita romántica. Y empezó a ganar experiencia con Susana Giménez, una estrella con más fugados que Randazzo. Después de tomarle el gustito a las señoras famosa, se largó con la ex de un Cubero dolido que, cuando vio a su mujer en ascensor, supo que hay matrimonios en planta baja que sólo están para la caída. Nicole en esa cena consumió vegetales. Aprendió a despreciar la carne la noche que mandó a su marido a dormir al sofá. Pero en Madero hizo a un lado el rol de mujer de entrecasa para volver a las pasarelas con modelo nuevo. Facundo en el gremio había aprendido que el amor está hecho de kilometrajes y ablandes. Y fue de a poco. Una tarde decidió dejar en la banquina a su novia jovencita. Y buscó a Su y Nicole para aprender a viajar por carreteras recorridas pero prometedoras. Los boliches de Puerto Madero son un inmejorable lugar para empezar cualquier cosa. Pero el ascensor del final embarró el hechizo. Aunque los amantes de hoy deberían saber que la intimidad ya fue y que las imágenes prohibidas es una deriva de la experiencia amorosa. El diputado había aprovechado un cuarto intermedio para pedir la palabra y algo más en Madero. En vez del griterío de la Cámara se dejó convencer por los susurros de una dama aprobada por la mayoría. Alguna vez Nicole, cuando empezó a extrañar viejas travesuras, había dicho que se sentía una mujer incompleta. Y eso es peligroso, porque nunca falta el comedido que quiera completarla. Ella notó que le faltaba algo la noche que mandó a Cubero a la cucha y trajo los perros a la cama. Facundo, en esta cita, fue un galán en campaña. Había salido a buscar indecisos para un massismo más cerca del sofá que del sillón presidencial. Nicole había aprendido de Cristina. Y en la madrugada le fue mostrando otro escrutinio. Su padre camionero ya le había enseñado: los modelos usados bien mantenidos garantizan rendimiento y buena marcha.

El escrutinio oficial de la Provincia fue surgiendo al amanecer para darle suspenso extra a un país sobrado de madrugadas infernales. Entradera con Bullrich y salidera con Cristina

Facundo dejó a su novia y salió con Su y con Nicole. Su padre camionero ya le había enseñado: los modelos usados bien mantenidos garantizan rendimiento y buena marcha