A un mes del caso Lara, el colegio Nacional sigue en estado de conmoción

Pasó un mes del disparo que se pegó en el medio del aula la alumna del colegio Nacional, Lara Tolosa, y aún aturdidos por el cimbronazo que les provocó esa situación extrema que vivieron en las primeras horas de la mañana del 3 de agosto, los alumnos del colegio Nacional no salen de la conmoción que se generó ante ese trágico momento. Reciben asistencia psicológica y pedagógica especial para sobrellevar esa imagen que les quedará grabada de por vida.

Por otra parte, este fin de semana habló la mamá de la adolescente, Julissa, quien se refirió al tema y sostuvo que lamentó “no poder ver que ella tenía su propio mundo privado y no estar al tanto”. También expresó: “hay una desconexión completa entre los adultos y los adolescentes. Están solos. Y te lo dice alguien que estuvo siempre presente. Pero la realidad es que muchos de nosotros todavía asumimos los problemas de los más jóvenes con posibles soluciones de adultos. Nos es imposible ponernos en el lugar de ellos”

AULA CERRADA

El aula en el que ocurrió el trágico episodio, en el que la alumna decidió dispararse delante de sus compañeros y la profesora de Geografía, está cerrada desde aquel 3 de agosto. Tras una agonía que se mantuvo durante cuatro días, el 7 de agosto falleció la adolescente, transformándose en un caso que conmovió a la Ciudad desde aquella mañana en la que el caso sacudió a la comunidad educativa del colegio de 1 y 49.

“Aún no se estableció que se va a realizar con ese salón. Estamos trabajando intensamente desde ese momento, con sus compañeros, con los docentes, con la comunidad del colegio en general ya que quienes necesiten ayuda particular se la brindamos”, dijo Ana García Munitis, directora del colegio Nacional.

El episodio ocurrió en un aula del segundo piso, sobre calle 50, en la primera hora de clase, donde la adolescente optó por tomar una pistola y dispararse tras sonar una alarma en su celular, según el relato de distintos testimonios.

Por este caso investiga la Justicia Federal, donde la Universidad Nacional de La Plata presentó distintas peticiones, por ejemplo indagar si en la red social Voxed (poco conocida hasta ese momento) se habría cometido una presunta instigación al suicidio.

“UN MUNDO PRIVADO BASTANTE PREOCUPANTE”

La madre de Lara contó que “siempre (a Lara) la vi como a una chica más pequeña. Me costó ver que ella tenía su propio mundo privado. Me costó tanto que, evidentemente, tenía un mundo privado bastante preocupante y yo no estuve al tanto. Esa autocrítica me va a perseguir durante toda la vida”.

La mujer recordó: “Yo tuve a Lara a mis 21 años. Y tenerla de tan joven fue lo mejor que me pudo pasar. Si bien nunca fuimos amigas y siempre estuvo establecido el rol de cada una, la cercanía generacional nos hizo estar muy unidas durante los 15 años”.

La trajo a la memoria como una persona “divertida, graciosa, creativa y precisamente en lo social no había tenido jamás ningún tipo de problemas”.

“Yo pongo la bisagra en nuestra vida desde hace unos dos años. Ahí empezaron a aparecer situaciones que hicieron preocuparme con su estabilidad emocional”, dijo.

Julissa sostuvo que el 2 de agosto, el día antes de lo ocurrido, había participado como actriz del estreno de una obra y que esa noche Lara había ido dormir a la casa de su padre. Ellos ya llevaban casi dos años separados. “A la mañana siguiente, eran como las 8 y de repente me desperté de la nada. Sentí algo muy extraño en mí. Habrá sido esa conexión entre madres e hijos que le escapan a la física real. No pasaron tres minutos hasta que sonó el teléfono y una voz me dijo que acudiera al hospital San Martín porque mi hija había tenido un accidente y era grave”, contó.

Y continuó: “yo pensé que había sido un accidente de tránsito, que estaba llegando tarde y que la habían atropellado. Cuando llegué a la puerta del hospital, estaba mi papá que me dijo, descolocado e incrédulo: ‘Se pegó un tiro’”.

La madre de Lara reparó también en los dos colegios por los que pasó Lara. La Escuela Italiana y el colegio Nacional.

Según el testimonio que brindó en el portal Infobae, en el caso de la Italiana, Julissa afirma que “para ese año (2015) existía una evaluación llamada tesina, en la que los alumnos debían preparar durante todo el ciclo una tesis en idioma italiano sobre un tema libre y relacionarlo con cinco materias. A mitad de año me llamaron para una reunión y me dijeron literalmente que Lara no estaba capacitada para rendir este examen y que consideraban que estaba destinada al fracaso. Básicamente la expulsaron”.

Sobre el Nacional, Julissa remarcó que “La primera semana, (Lara) me dijo ‘Mamá, esto es una selva. Acá hay un bullying terrible, son todos unos forros. No se respetan entre los compañeros ni a los profesores. No es algo contra mí, pero en general se vive algo terrible’”.