“Hay que tratar de renovarse, no copiar”

La dupla compuesta por la actriz Romina Gaetani y su pareja, el ex Bersuit Oscar Righi, llega a la Ciudad con su rock rebelde que busca “no repetir los formatos clásicos y mediocres que uno a veces escucha”

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“Por que será que a la gente le gustan tanto las canciones pelot...”, son las primeras palabras, cantadas por Oscar Righi, que se escuchan en el disco debut de La Rayada, la banda que el ex Bersuit conforma con su pareja, la actriz Romina Gaetani, y que mostrarán junto a algunas nuevas canciones el sábado en la Ciudad.

El combativo “Prólogo” del trabajo, que incluye furiosas frases como “comercio emociones, te vendo una postura, te vendo una basura, pero a mi que me importa, ya me llevé la torta”, determina el tono rebelde e irascible de un disco rockero con sonidos reminiscentes a los Redondos y Bersuit, pero también a Cadillacs, Eruca, las fusiones latinas y el grunge, particularmente en la voz de Gaetani, con un fraseo tanguero y barrial que no posa de diva de la canción.

Todas formas de ese gran género contestatario e inclasificable que es el rock, “el folclore del mundo”, según define Righi, porque “cada lugar y cada país tiene su música autóctona, pero en todas hay bandas de rock”.

El guitarrista y productor observa que en la escena hay hoy “mucha gente nueva” y que “se mantiene su forma de rebeldía: el rock ya no es tan rebelde pero también lo es”, y dispara que esta actitud del rock debe protegerse en el arte: “Musicalmente es donde tenemos que estar rebelándonos, buscando formas nuevas, no repetir los formatos clásicos y mediocres que uno a veces escucha”.

LA HISTORIA

“Tratar de renovarse, de no copiar”, es la posición que Righi y Gaetani tomaron a la hora de componer un álbum con numerosas influencias pero mezcladas de forma original, que lograron que el disco debut de la banda se ubicara entre los diez mejores trabajos en español del año pasado en el listado de la AARP estadounidense.

Gaetani y Righi conforman una sociedad que nació con la música pero se extendió ahora al amor: todo comenzó, cuenta Romina, en el verano de 2013, cuando llamó al ex Bersuit para producir un trabajo. El guitarrista fue claro: “Me dijo ‘ponete a escribir vos, es importante que también sean tuyas las canciones’”, revela Gaetani, que por primera vez, en aquella temporada estival, mientras veraneaba con su familia, se puso a escribir letras.

“Fue todo un desafío encontrarme con la hoja en blanco”, recuerda, y revela que trabajó durante dos meses con bases que le mandó su ahora pareja. A la vuelta de las vacaciones, se encontraron y comenzaron a corregir y trabajar en las canciones.

LETRA Y MUSICA

Mientras entre ambos florecía el amor (“no hay lado B” al trabajar entre amantes, dice la actriz), Gaetani quedó así encargada de las letras y Righi de la música, aunque, dice el músico, “siempre trabajamos juntos en función de la canción y nos corregimos, porque la visión de afuera es mucho mejor que la propia, tus propios errores los cometés en varias canciones. Ese es un aprendizaje que tuve trabajando con Santaolalla”.

La actriz dice que además de amarlo, admira este “abrir el juego” en Righi, quien también la invitó “a la hora de producir”. Y la apertura de puertas continuó a la hora de grabar el disco y salir de gira: “La Rayada somos nosotros dos”, explican, pero “siempre invitamos a nuestros amigos”.

Los amigos son otros músicos ilustres que Righi se cruzó en su vida de rockero: Gaspar Benegas, guitarrista del Indio Solari, fue parte de la formación durante la grabación, al igual que Felipe Barrozo de Intoxicados, aunque por compromisos con otros proyectos no vendrán a la Ciudad. Sí estarán el sábado, a las 21 en la sala ubicada en 43 entre 7 y 8, Roger Cordero, ex Los Piojos, en la batería. “Todos”, dicen, “están invitados a ser parte de La Rayada”.

 

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