Algunos datos sobre los ciclones

A continuación presentamos algunas preguntas y respuestas sobre Irma y los huracanes en general.

¿DE DONDE VIENEN?

Irma es una de las clásicas tormentas de Cabo Verde, que se originan cerca de esas islas frente a la costa occidental de Africa. Algunos de los peores huracanes empiezan como bocanadas de aire inestable y tormentoso que se mueven hacia el oeste, fortaleciéndose sobre las cálidas aguas del Atlántico. Otro meteoro, José, sigue los pasos de Irma. También hay meteoros que comienzan en el Golfo de México, como Katia, que se originó frente a México y el miércoles se convirtió en huracán.

¿POR QUE APARECEN AHORA?

La temporada de huracanes del Atlántico se inicia el 1º de junio y termina el 30 de noviembre. Es cuando en general el agua está lo bastante cálida y otras condiciones climáticas son propicias para la formación de tormentas. Los huracanes necesitan que el agua esté al menos a 26º C. El punto más fuerte de la temporada de huracanes en el Atlántico es de mediados de agosto a mediados de octubre.

¿COMO ES UNA TEMPORADA PROMEDIO?

Una temporada promedio en el Atlántico produce 12 tormentas con nombre. Katia, que se formó el miércoles, es la 11ª de esta temporada. Las tormentas reciben nombres cuando sus vientos alcanzan los 62 km/h. La temporada promedio produce seis huracanes y tres de ellos se vuelven de gran magnitud con vientos de al menos 178 km/h. En lo que va del año hubo seis huracanes: dos de gran magnitud, Harvey e Irma; y dos nuevos el miércoles, Katia y José; además de Franklin y Gert.

¿SE PREVEIA UN AÑO TAN ACTIVO?

Sí. En mayo, el servicio meteorológico vaticinó un 70% de probabilidad de que hubiera entre 11 y 17 tormentas con nombre y que de cinco a nueve de ellas se convirtieran en huracanes. Pronosticó entre dos y cuatro huracanes de gran magnitud. A principios de agosto se cambió el pronóstico a un 60% de probabilidad de entre 14 y 19 tormentas con nombre, de cinco a nueve huracanes, y de dos a cinco de gran escala.

¿MAS DESTRUCTIVOS CON NOMBRE DE MUJER?

Un estudio realizado en 2014 por investigadores norteamericanos en base a datos recogidos desde 1950 a 2012 y publicado por la revista oficial de la Academia Nacional de Ciencias de EE UU, asegura que las tormentas con nombres femeninos son más letales y generan más muertes, debido a que la gente percibe los nombres femeninos menos amenazantes y por eso toma menos precauciones.