Arnaldo André : amo y señor de la cartelera marplatense

María Virginia Bruno 
vbruno@eldia.com

Puntilloso y perfeccionista, Arnaldo André (74) dijo que no recibió en los últimos doce años ninguna propuesta que estuviera al nivel de sus necesidades para hacer temporada en Mar del Plata pero en “Plaza Suite” confluyeron todos los elementos que lo hicieron subirse al barco no sólo como marinero sino también como capitán.

Porque el actor paraguayo, que saltó a la fama en Argentina en la década del 60 cuando hizo con Mirtha Legrand la obra “40 kilates”, protagoniza y dirige una de las obras más exitosas y versionadas del autor estadounidense Neil Simon, cuyo desembarco en el país fue hace más de cuatro décadas, de la mano de Alejandro Romay, en una versión que batió récords de espectadores y recaudación encabezada por Osvaldo Miranda e Irma Roy.

Con funciones de martes a domingo a las 21.30 y 23.30 en el Teatro Santa Fe, “Plaza Suite” llegó como un aporte de “calidad” a la cartelera marplatense, según aseguró el actor en diálogo con EL DÍA.

“Es una comedia fina, de un autor muy exitoso, que está hecha con muchísimo entusiasmo por grandes profesionales”, aseguró André, en relación al elenco que se completa con Ana María Picchio, Raúl Taibo y Osvaldo Laport, acompañados por María Roji, Viviana Saez, Kitty Locane y Rodrigo Esmella.

La historia sucede en la Suite 719 del Plaza Hotel de Nueva York, en donde tres parejas diferentes ironizan sobre el matrimonio, y lo hacen en clave de comedia, un recurso que Simon supo utilizar a la perfección.

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Dos fueron las condiciones que André le puso a Aldo Funes, el productor de la obra, antes de aceptar el proyecto. “Pedí buenos actores, serios y conocedores de la comedia; y también pedí una escenografía y una decoración importante, para que todos aquellos que tuvieron la oportunidad de conocer ese hotel sientan que están ahí. Desde el mobiliario hasta una cafetera y una taza, todo”. Porque para el actor es importante a la hora de contar un cuento el hecho de “hacerlo lo más real posible” y para eso no sólo basta la actuación: “Los actores se ocupan de los suyo pero arriba del escenario no sólo están los actores”.

Según explicó, “se trata de una producción muy costosa”, en la que nada quedó librado al azar, porque si hay algo con lo que André no comulga es con la subestimación de los espectadores.

“Nunca hay que hacerlo. Siempre lo pensé y lo hice así: respetando al público que siempre se merece lo mejor porque hay que pensar que ha ido, ha sacado entradas, se ha trasladado hasta el teatro, ha hecho cola, entonces cómo no le vas a dar lo mejor. Pienso que no hay que defraudarlo nunca”, consideró.

Feliz con el desarrollo del espectáculo, que fue autorizado por los representantes del autor, dijo que su atención no está puesta en los números de boletería sino en lo que sucede con el público al que sigue de cerca mientras se desarrolla la función. “No me preocupa la taquilla, ni siquiera me preocupaba el rating en televisión. Yo no soy de ir y preguntar. Yo lo que veo desde el escenario es cómo la gente se divierte, cómo aplaude. Eso me llena de satisfacción”, remarcó.

En relación a su rol de director, confesó que le ayudó el hecho de contar con “actores serios de los cuales recibí lo que yo imaginaba de parte de ellos que es el respeto del colega a mí como director”; y en cuanto al actor, no reparó en elogios para su compañera de acto, Ana María Picchio, con quien trabajar cada noche, dijo, “es un honor”.

Tras dos meses de ensayo, y un proceso que catalogó como “arduo”, el espectáculo continuará hasta fines de marzo en La Feliz, y en los planes del productor está una posible temporada en la cartelera porteña, algo en lo que André, por ahora, no quiere pensar. “Me gusta disfrutar del momento”, manifestó.

LA TEVÉ Y EL CINE

Por otro lado, quien fuera un consolidado galán de la televisión de los años 70 y 80, gracias a su actuación en recordadas producciones como “Pobre diabla”, “Piel naranja”, “Amo y señor” o “El infiel”, manifestó que fue “víctima del desconocimiento” cuando, décadas atrás, hacía explotar el rating con una fórmula de bofetadas y besos en la misma medida, algo que hoy en día “sería imposible de hacer”.

Por ahora, no vislumbra un regreso próximo a la pantalla chica, tras su última participación en “Los Únicos” (2011). Antes había encarnado al villano Laureano Gómez Acuña, en “Valientes” (2009), papel por el que se ganó su primer y hasta ahora único Martín Fierro.

Está, sin embargo, volcado al cine “con todo listo para que se estrene mi película”, según contó sobre “Lectura según Justino”, su ópera prima como director, protagonizada por Mike Amigorena y Julieta Cardinali. Además, avanza en la realización de otro proyecto cinematográfico, también detrás de cámara, y como autor.

Un dato que lo liga con los platenses es que André, en 2012, participó de la película de horror de los hermanos Ramiro y Adrián García Bogliano, “Penumbra”, en la que compartió elenco con Gustavo Garzón, la catalana Cristina Brondo y la ex “Chiquititas” Camila Bordonaba, y que tuvo su estreno en salas comerciales.

“Tengo muy buen recuerdo porque me gustó mucho cómo planificaron todo, la dirección, el lugar, como me atendieron. Además, me he encontrado con muchos jóvenes que me dicen que me vieron en ese filme que me gustó muchísimo hacer”, recordó el actor, quien dijo que le gusta apoyar al cine independiente. “Cuando pude lo he hecho y lo seguiré haciendo”, concluyó.