Un momento para aprovechar

Edición Impresa

Ana Roa
Psicopedagoga

Es aconsejable que desde un primer momento se realice una planificación de las actividades con el fin de llevar una convivencia feliz con los chicos. Podemos “negociar” con ellos la distribución de obligaciones ajustándonos a las posibilidades de cada uno y, por qué no, establecer reglas asociadas a los compromisos que deben de cumplirse. Esto no implica llegar a una permisividad extrema que conduzca a situaciones caóticas donde impere una especie de “anarquía estival”, ya que no podemos olvidar que ésta es una etapa en la que los lazos con nuestros hijos deben hacerse más fuertes de una manera amable y sólida. Es un buen momento también para aprovechar que estamos juntos y conocer mejor los gustos de nuestros seres queridos y disfrutar de unas vacaciones alegres, comunicativas y repletas de oportunidades, en las que todos se respeten. Así, cuidar a la pareja también se presenta como uno de los principales objetivos para que la convivencia diaria no se convierta en un tiempo de continuos conflictos. La falta de costumbre que realmente tenemos para esa situación de vida en común tan continuada puede presentarse como un conflicto. Y, como en todo conflicto, nos encontramos ante un reto para mejorar si lo afrontamos de una forma correcta en lugar de permanecer totalmente indiferentes.

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE