Una cultura que enamora

AGUSTÍN REMIRO *
Periodista y jurado de competencias de freestyle 

Una tarde de mayo de 2016 paseaba a mi perra por plaza Belgrano, y vi un grupo de pibes; me acerqué a observar qué sucedía… y me encontré con una batalla de freestyle. Me quedé a contemplar el espectáculo, escuchando cómo luchaban con palabras, rimas y actitud, como sólo lo había visto en las películas, y entré en un trance que luego se tornaría adictivo. Le pedí el nombre al organizador de la competencia, para agregarlo al facebook y estar al tanto de las movidas.

Al poco tiempo me encontré en un solitario recorrido de plazas y de tímidos saludos con aquellos protagonistas de la movida con quienes más me cruzaba. Hasta que una tarde de noviembre en la Estación Provincial se me acercó Josué (con quien hoy tengo el programa de radio) y me dijo algo así como “te estoy viendo en varias ‘compes’ y quería saber qué rol querés ocupar en la cultura”. Yo no tenía idea de qué responderle. Sólo le conté que me había separado recientemente, y que sentía que ir a las batallas me había rescatado en esos momentos de tristeza y desolación. Segundos después, me hizo una breve reseña de la historia del Hip Hop y de sus elementos, me preguntó cuál era mi profesión y cuándo le conté que era periodista me sugirió ser un difusor de esa cultura en la ciudad de La Plata. No había lugar para permanecer sólo como un espectador.

UNA CULTURA QUE VA MÁS ALLÁ DEL GENERO MUSICAL

A partir de ese momento comencé a escuchar rap diariamente, a ver documentales sobre su historia y a informarme sobre una cultura que va muchísimo más allá que un género musical. Se trata de un estilo de vida, con sus convenciones, pero con las particularidades del espacio en el que tiene lugar. Nunca le había dado demasiada bola al rap, lo veía como algo de yanquis afroamericanos. Hasta que escuchar a estos pibes rapeando, batallando y charlando fue el anclaje para darme cuenta de que esta cultura estaba presente a tres cuadras de mi casa y sin copiar estéticas de afuera.

A comienzos de 2017 me sumé a los Viernes de Hip Hop de “Un montón de gente” (programa de radio) y comencé a invitar a los chicos que conocía de la plaza para que hicieran freestyle. Luego surgió la propuesta de hacer “Domingos de rap” y ahí conocí freestylers, raperos, beatmakers, djs, productores, graffiteros y directores de videos (nos quedan pendientes los b-boys). La idea siempre fue que ellos se expresen. Que cuenten sus historias de vida y las formas que encuentran para sobrevivir en una sociedad que aún hoy los mira de reojo. Son pibes de barrio que están atentos a lo que los rodea, con una sensibilidad que los hace únicos.

Es una experiencia muy enriquecedora hablar con chicos y chicas de entre 14 y 24 años (y el Perro, pionero) y sentir que tienen diversas realidades, posibilidades e intereses profesionales pero todos están convencidos de que el Hip Hop es el norte de sus brújulas, el camino en el que se sienten plenos, en el que desarrollan sus potencialidades y en el que exorcizan sus demonios. Batallan contra un rival mediante el freestyle, la música o el graffiti pero la verdadera contienda es contra ellos mismos. Buscan enfrentarse con los mejores en pos de una superación personal.

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Efemérides

EN PLENO CRECIMIENTO

Como pasa con casi todo lo que ocurre en Argentina, la ciudad de Buenos Aires acapara todo y no presta demasiada atención a lo que ocurre fuera de sus límites. Pero el Hip Hop en La Plata está en pleno crecimiento. Los graffiti maquillan todas las paredes, día por medio hay competencia de freestyle en las plazas, cada vez más artistas graban y editan sus discos en estudios especializados en el rap, se filman videoclips de calidad todo el tiempo y empiezan a generarse espacios en medios para difundir la cultura.

Todavía no soy capaz de hacer una reseña histórica del Hip Hop en La Plata. Para eso están los referentes que hablaron en la entrevista. A través de la radio y la fotografía busco expandir una cultura que se desarrolla en las calles y que busca transmitir un mensaje. Acercate a conocerla, te vas a enamorar hasta que la muerte los separe.